El Comité para el Cambio Climático del Reino Unido cree que se siguen construyendo las casas sin tener en cuenta el riesgo que representa el fenómeno global. En concreto, las nuevas contrucciones del país no se diseñan pensando que va a haber más inundaciones en los años venideros. También habría que tener en cuenta el aumento de las sequías en los próximos años.
Según el informe elaborado por el Comité para el Cambio Climático (CCC), un 8% del territorio británico puede sufrir escasez de recursos si se produce una gran sequía en los próximos años. Pero, si no se hace nada, dentro de quince años, esa superficie susceptible de no contar con los recursos naturales suficientes aumentará hasta el 45%.
Lord Krebs, presidente de la subcomisión que ha elaborado el informe, ha pedido a su Gobierno que tome medidas para evitar problemas ante las sequías y las inundaciones. Entre otras, se pueden incluir medidas como la regulación de la construcción con normas más estrictas, de modo que todas las casas sean equipadas con dispositivos de ahorro de agua, incluyendo medidores de agua, y en las zonas con riesgo de inundación, se incluyan medidas preventivas, como el uso de ladrillos y pintura resistentes a las inundaciones. Se trata de invertir ahora para ahorrar dinero en el futuro y mitigar las consecuencias negativas del cambio climático.
En la actualidad, el Reino Unido está haciendo frente al problema global en otros aspectos, pero el comité señala que en sectores de infraestructuras, como el abastecimiento de agua o la protección contra inundaciones, el país se encuentra en una situación límite. Sin ir más lejos, el Gobierno realizó recortes a principios de este año 2011 de las ayudas destinadas a la protección contra las inundaciones.
Algunas medidas son tan sencillas como construir en terrenos altos, donde es más difícil que las inundaciones afecten a las casas. Para impulsar esta medida, el CCC ha llegado a proponer que los constructores que quieran levantar edificios en las llanuras, tengan que pagar una prima por el riesgo que va a suponer para sus habitantes y para la comunidad.