A menudo aparecen estudios que demuestran el deshielo de los glaciares de las altas montañas, de los glaciares más famosos del mundo, los de Argentina o los de países cercanos al polo norte. Pero no hay que irse tan lejos para comprobar el cada vez más acelerado calentamiento global. Investigadores aragoneses han analizado el glaciar norte de Monte Perdido, situado en la provincia de Huesca y señalan que se reduce a un ritmo de 2 a 3 metros de media.
El trabajo se ha llevado a cabo con la ayuda de una tecnología láser. Se ha analizado el glaciar durante dos años consecutivos. El equipo pertenece al campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología, que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El láser escáner de largo alcance usado para la investigación permite medir la distancia entre un punto y una superficie determinada en miles de puntos por segundo. De este modo, los investigadores cartografiaron, en 2011, en tres dimensiones y a gran resolución espacial, cada medio metro de la superficie del Glaciar Norte.
Este 2012 se ha repetido la medición para comprobar la evolución de la masa de hielo. Así, los científicos descubrieron que la superficie del glaciar se había reducido, de media, entre 2 y 3 metros. Dicha reducción tiene diversas causas: una menor acumulación de nieve, ya que hubo menos precipitaciones, y el caluroso verano en 2012.
Los glaciares más al sur de Europa
La superficie total de hielo en Monte Perdido pasó de las 556 hectáreas en 1984 a 38 en 2008. La pérdida continúa en la actualidad. Sin embargo, los investigadores quieren seguir desarrollando la investigación, midiendo la superficie del glaciar en los próximos años para determinar con más exactitud su evolución.
En el Pirineo aragonés hay 19 masas glaciares localizadas en una franja de 90 kilómetros. Son los más meridionales de Europa y los más frágiles a cualquier cambio climatológico, sea de la cantidad de precipitaciones en forma de nieve, sea de temperatura.