España reduce su emisión de GEI, pero no la contaminación


Según el informe anual del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), este país ha reducido un 8% los gases de efecto invernadero (GEI) durante 2010. Esta cifra está a punto de suponer alcanzar los límites que se establecieron en el Protocolo de Kioto, un objetivo que parecía inalcanzable tan sólo hace cuatro años.

El OSE, con sede en la Universidad de Alcalá, ha presentado su nueva entrega del informe anual con más de cien indicadores divididos en diecinueve capítulos relacionados con la sostenibilidad en España. Algunas de sus conclusiones más relevantes son que se ha producido una mejora en el conjunto de los indicadores ambientales esenciales, en parte, a causa de la crisis económica, la reducción de actividad y las políticas aplicadas por empresas y gobernantes.

Los compromisos del protocolo de Kioto (un reducción de los GEI de un 15% respecto al año 1990) está mucho más cerca. España ha ido disminuyendo este tipo de emisiones desde 2009 y, además, las estimaciones de reducción para 2010 las sitúa cerca del 20% respecto a 1990.

Entre los otros indicadores del informe, se puede destacar que cada hogar español consume menos agua al día y genera menos residuos que en años anteriores. En cuanto a la dependencia energética, se ha situado en un 77%, una reducción causada por los descensos de la demanda y por la mayor producción de energía nacional, principalmente, por el aumento de las fuentes renovables, que ha representado en 2010 un 12% del balance energético total (frente al 9% del año anterior). En este sentido, también se ha producido un aumento de la aportación de las energías renovables al consumo bruto de electricidad, que creció un 18% en 2009 respecto al año 2008 y que se ha situado en el 35% en 2010.

Pero no todo son buenas noticias. La contaminación del aire sigue suponiendo un grave problema para la salud pública de las grandes ciudades a causa de una ausencia casi total de políticas que desarrollen una movilidad sostenible.

Por último, y a pesar de los buenos datos, el informe concluye que en España no se está produciendo un claro proceso de cambio del modelo energético, pues hay demasiada dependencia e intensidad energética de la economía. La propia secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera, ha señalado que será necesario un nuevo marco para promover la economía verde, puesto que en los próximo años habrá un cambio brutal en las relaciones entre los recursos y la economía.

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