El Ártico es una región casi intacta. Por inaccesible. Pero cada vez es más accesible y las grandes corporaciones están preparadas para caer sobre la zona y explotar todos sus recursos a costa de un empeoramiento del medio ambiente, si es que no se convierte en el último empujón para que la vida del ser humano en este planeta, tal y como la conocemos hasta ahora, desaparezca.
La extensión de hielo en el Ártico se redujo el pasado verano hasta casi igualar su mínimo histórico, ocurrido hace cinco años. A menos hielo, más facilidades para que empresas sin escrúpulos se lancen sobre la región a expoliarla por completo. La capa helada es, por otra parte, cada vez más delgada y vulnerable.
SEGUIR LEYENDO «Empresas energéticas esperan impacientes el deshielo del Ártico»