Un estudio realizado por Bloomberg New Energy Finance ha evaluado el impacto que tendría un incremento del objetivo europeo de reducción de emisiones para el año 2020. En el estudio se ha considerado una subida desde el 20% actual a un 30%. Tal medida permitiría una reducción del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con tan sólo un aumento del coste inferior al 0,04% del PIB medio europeo, esto es, entre 7 y 9 euros por persona al año.
Reducción de emisiones con un coste económico casi nulo. ¿Quién puede estar en contra? En la actualidad, aún está funcionando el conocido como compromiso 20-20-20, que establece un compromiso de reducción de emisiones de un 20% con respecto a los niveles del año 1990. Pero, en los últimos años, muchas organizaciones políticas, grupos ecologistas y ciudadanos piden un objetivo más ambicioso: llegar hasta el 30%.
Por supuesto, la primera gran razón para oponerse a este aumento de la reducción de gases contaminantes es el coste que supondría. Pero con este nuevo estudio, esa razón (que, para algunos, no es más que una excusa) no se podrá esgrimir.
El estudio ha evaluado los mercados de carbono, las mejoras tecnológicas y el precio de la electricidad, entre otros factores. En el modelo se asume que cada Estado miembro sólo se comprometería a la reducción de emisiones en los casos en los que el coste marginal de reducción fuera menor al coste de compra de permisos en otro estado. Si la medida se lleva a cabo, el coste medio anual estimado aumentaría aproximadamente un 15%, pasando de 23,3 millones de euros a 26,7 millones.
La mayor parte de los costes de reducción se conseguiría en la energía, el transporte y la construcción y tan sólo equivaldrían a una pequeña proporción del PIB, siendo de un 0,21% para el objetivo 20% y de un 0,24% para el objetivo del 30%.
En el modelo planteado, los quince Estados miembros con mayor índice de bienestar correrían con la mayoría de los costes asociados para alcanzar los objetivos.
Según Bloomberg New Energy Finance, las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE-27 para el año 2020 se reducirían en un 21% con respecto a los niveles de 1990, en comparación con la actual reducción del 13% prevista con el objetivo del 20%. Merece la pena.