Falsos datos chinos en emisiones agravan las predicciones del cambio climático


Las previsiones del cambio climático serían equivocadas y la situación mucho más alarmante todavía. Es decir, los datos que llegan a los científicos podrían estar basados en cifras de emisiones bastante por debajo de las que en realidad se producen. Al menos, es lo que ocurre en China, el mayor emisor mundial del gases de efecto invernadero, cuyos índices contaminantes serían alrededor de un 20 por ciento mayor del declarado oficialmente por el país.

La gran influencia que tiene la contaminación china en la evolución del cambio climático ha hecho que los científicos se lleven las manos a la cabeza al averiguar que las cifras oficiales que declara el país asiático no son trigo limpio. Lo han hecho al observar importantes discrepancias entre las cifras ofrecidas por cada una de las provincias, cuya suma total no coincidía con las cifras globales.

La prueba del algodón la ha llevado a cabo un equipo de científicos chinos, británicos y estadounidenses que desconfiaban de la calidad de los datos ofrecidos por China, y que tras estudiarlos de forma minuciosa ha concluido que las emisiones de carbono podrían ser alrededor del 20 por ciento más alto de lo pensado hasta ahora.

En concreto, se analizaron los inventarios de emisiones de de dióxido de carbono China y sus 30 provincias para el período 1997-2010 y se encontró una gran diferencia entre los dos conjuntos de datos. Consecuencia práctica: aumenta la incertidumbre con respecto al cambio climático en general y, en particular sugiere que el ritmo del cambio climático global sería más rápido de lo previsto, al margen de los distintos modelos de cambio climático que existen, otro de los inconvenientes que existen para llegar a un consenso común que resulte operativo.

«El trabajo identificó una brecha de emisión de 1,4 millones de toneladas en 2010 entre los dos conjuntos de datos. Esto implica más incertidumbre que nunca en las estadísticas de energía de China y del cambio climático en general», dijo Guan, profesor de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Leeds.

Oficialmente, China es un país con emisiones exageradas, comprometido en reducirlas en un 45 por ciento antes del 2015. Sin embargo, lo que ahora quita el sueño a la ciencia se centra en este nuevo y no menos preocupante problema: el gran desconocimiento de las cifras reales de polución de una nación que produce una cuarta parte de la contaminación de carbono de la humanidad. Evidentemente, ello supone que las previsiones del ritmo que lleva el cambio climático serían falsas, sin poder de predicción y poco útiles para planificar políticas verdes o medidas de choque. Es decir, todo son ventajas.

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