Greedy Bastards Lying, documental sobre los intereses ocultos de los negacionistas del cambio climático


Lord Christopher Monckton es uno de los más conocidos negacionistas del cambio climático. A menudo, aparece en televisión y en otros medios lanzando sus ideas. En la actualidad, es respetado por muchas personas. Incluso creído por algunas personas. Quizá, dentro de unas décadas, aparecerá en los libros de historia como una de las personas que llevó a la humanidad al desastre ambiental.

Una de sus últimas apariciones públicas se produjo el 6 de diciembre 2012. Fue en Doha, cuando se celebraba la Conferencia Climática COP18. Pronunció un breve discurso negando que la actividad del ser humano sea la causa del cambio climático. Por ello, recibió una suspensión de por vida para asistir a las conversaciones climáticas organizadas por la ONU. Monckton dijo que no se había producido el calentamiento global durante los últimos dieciséis años y que la ciencia se equivocaba.

Un nuevo largometraje documental llamado Greedy Bastards Lying quiere destapar la maquinaria política y la financiación que está detrás de este tipo de negacionistas. Monckton se ha convertido en una especie de estrella del movimiento negacionista, en un abanderado del rechazo de las conclusiones científicas sobre el clima, una forma de que millones de estadounidenses duden de la gravedad del cambio climático. Pero sin un gran grupo de presión detrás, Monckton no conseguiría nada.

El documental no está exento de cierta comedia, aunque, en el fondo, no puede ser más que comedia negra, debido a la gravedad del asunto. El lobby negacionista ha logrado sembrar la duda a través de Fox News y otros medios de comunicación conservadores de Estados Unidos y se ha infiltrado en las altas instancian del Gobierno de Estados Unidos, con candidatos y políticos que apoyan abiertamente el uso de los combustibles fósiles. Incluso algunos jueces son negacionistas.

Menos debate y más acción


Pero el documental muestra la otra cara del cambio climático, la de las familias estadounidenses que han perdido sus hogares por causa de fenómenos climáticos extremos. Son escenas tristes, desgarradoras. Los incendios y las fuertes tormentas han aumentado en el país durante las últimas décadas.

La película desprende una idea: todavía no sabemos cómo el cambio climático nos afectará en el futuro. Lo que está claro es que no estamos bien preparados, en parte, porque pasamos más tiempo debatiendo sobre el cambio climático que trabajando para comprender y resolver el problema.

En la web oficial se puede ver un tráiler del documental.

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