En el Reino Unido no están acostumbrados a la falta de lluvia. Grandes áreas de Gran Bretaña se enfrentan este año a una terrible sequía. Los niveles de agua estén alcanzando mínimos que no se vivían desde hace 35 años. Ya se está barajando la posibilidad de que haya restricciones de consumo a granjeros y particulares.
Ríos, canales y reservas de agua están disminuyendo de nivel después del segundo invierno seco. En algunas áreas, ha provocado un descenso del 70% respecto a los niveles habituales. Algunos ministros británicos se han reunido con las empresas que gestionan el agua, con la Agencia Medioambiental del Reino Unido, con meteorólogos y con miembros del sector agropecuario, para estudiar medidas para mitigar el impacto de esta sequía, así como adelantarse a situaciones futuras de similares características.
Desafortunadamente, hay bastantes posibilidades de que, algunas regiones del país estén en situación de sequía también el próximo verano, ha recalcado la secretaria de Medio Ambiente, Caroline Spelman. Así pues, no es una situación excepcional.
En Escocia, sin embargo, se han producido las lluvias más fuertes desde que existen registros, hace cien años. Gales y el noreste de Inglaterra han resultado relativamente húmedos, pero otras partes de Inglaterra han experimentado los doce meses más secos de su historia, particularmente en el centro y este de Inglaterra, las zonas más afectadas.
En particular, el centro de Inglaterra ha tenido aproximadamente un 70% menos de precipitaciones de lo normal y dos empresas de agua, Anglian Water y Southern Water, se han visto obligadas a aplicar permisos de sequía y se les ha autorizado a extraer agua de nuevas fuentes. South East Water ha aplicado su orden de sequía y restringe el uso del agua que no sea para consumo esencial, de modo que unas 65.000 propiedades están en riesgo de que les sea cortado el suministro.
A no ser que Inglaterra registre nuevas lluvias, muchas de las viviendas se verán afectadas por este razonamiento de agua. Se prohibirá el uso de mangueras para riego particular. Durante la ola de calor producida en 1976, se llegó a repartir agua en camiones debido a las restricciones en agua corriente. Se espera no tener que llegar a una situación tan drástica.