Científicos de la Fundación Migres y de la Universidad Complutense de Madrid han descubierto una reducción, durante los últimos treinta años, del número de pequeñas aves migratorias que cruzan el Estrecho de Gibraltar, una de las zonas de mayor tránsito de estos animales.
La Fundación Migres ha elaborado un estudio al respecto que muestra que, desde 1977, tal disminución es especialmente significativa en las aves migrantes de corta distancia. El fenómeno podría estar relacionado con cambios en los patrones migratorios como consecuencia del cambio climático y otras alteraciones causadas por la actividad humana.
Para elaborar el estudio, los investigadores han comparado los resultados de los conteos que se realizaron durante el otoño en el Estrecho a finales de los años setenta con los que se realizan actualmente por el Programa Migres. Para el análisis, se eligió como control el paso de las aves por Falsterbo (en el sur de Suecia), una localidad por la que pasan la mayoría de aves migratorias de la península Escandinava.
Además, se han tenido en cuenta las tendencias poblacionales de las diferentes especies en Europa para determinar si los cambios detectados en el Estrecho de Gibraltar han sido causados por cambios en la población, es decir, si hay más o menos aves, o cambios en los patrones migratorios, esto es, si las aves ya no llegan al sur de Europa y se quedan en el norte.
La comparativa demuestra que las especies más abundantes hace treinta años lo siguen siendo en la actualidad, aunque se detecta una disminución general en los últimos años.
Actualmente, cruzan el Estrecho de Gibraltar menos vencejos, golondrinas comunes, aviones comunes, alondras, bisbitas, lavanderas, estorninos, gorriones, pinzones, verdecillos, jilgueros, verderones y pardillos. Aunque, por otra parte, aumentan significativamente abejarucos y golondrinas dáuricas.
Las tendencias en el paso por el Estrecho no coinciden en prácticamente el 50% de los casos estudiados: 21 especies de 39 (un 54%) han disminuido en el paso por el Estrecho de Gibraltar, mientras que tienen poblaciones estables o, incluso, en aumento en Europa. Las aves ya no pasan frío y se quedan en el norte.
El desajuste es especialmente marcado en los migrantes de corto recorrido (llamados presaharianos, que invernan cerca del Mediterráneo), respecto a los migrantes de largo recorrido o transaharianos (que invernan al sur del Sáhara).