Si tienes un jardín y te encargas de forma periódica de su mantenimiento, sabrás que se generan restos de poda a los que se les puede dar un uso muy útil, ya que a diferencia de lo que mucha gente piensa, éstos no son un residuo, sino más bien un activo.
Para que esto sea así, es imprescindible recurrir a biotrituradoras que se encargan de aprovechar al máximo los restos de poda para que no nos conformemos con tratarlos como un residuo más o para que no nos limitemos a quemarlos. Gracias a ellas ahorrarás tiempo y dinero, puesto que dichos restos se podrán utilizar para abonar la tierra evitando ser partícipe de la generación de toneladas de desechos vegetales que se registran todos los años.
¿Qué es una biotrituradora?
En primer lugar conviene tener claro qué es una biotrituradora. Estamos hablando de máquinas que funcionan con un motor de combustión o eléctrico y que van equipadas con martillos y cuchillas que son los encargados de triturar todos los restos orgánicos procedentes de la poda. Lo mejor de todo es que se convierten en virutas, algo que sin lugar a dudas facilita mucho las cosas a la hora de aprovecharlos como compost vegetal.
Las biotrituradoras eléctricas y las de gasolina son capaces de ofrecer una gran autonomía y resultados magníficos. Por ello, la elección de un tipo de motor u otro dependerá de tus gustos y necesidades, aunque es verdad que la autonomía de las de gasolina siempre suele ser mayor y eso explica por qué siguen siendo las más utilizadas por los profesionales. Eso sí, el funcionamiento silencioso de las eléctricas te enamorará.
Cómo manejar una biotrituradora
Lo mejor de todo es que manejar una biotrituradora es muy sencillo. No es necesario contar con grandes conocimientos o experiencia en la materia, ya que están pensadas para que puedan ser utilizadas por cualquier persona en su jardín. Sencillamente hay que poner la máquina en marcha para posteriormente «alimentarla» por la parte superior introduciendo los restos de poda que triturará en su interior. Éstos suelen ser expulsados por el lateral, y al cabo de pocos meses podremos sacarles el máximo partido como compost maduro tanto en el jardín como en la huerta. Evidentemente, hay que utilizarla empleando una serie de medidas de seguridad como llevar guantes, proteger los ojos con gafas, colocarnos protectores en los oídos si es muy ruidosa o contar con un palo de madera para empujar las ramas que se han quedado atascadas (jamás hay que meter la mano por la boquilla de la máquina).
¿Qué biotrituradora elegir?
A la hora de decantarse por una u otra biotrituradora, lo normal es fijarse tanto en la potencia como en el nivel de ruido. Además, también hay que ser consciente del trabajo que se va a llevar a cabo, ya que en función de eso es probable que haya opciones que resulten más adecuadas. Por ello, podemos decir que la biotrituradora de disco es perfecta para cortar hojas y ramas verdes, la biotrituradora helicoidal es la mejor opción para ramas de hasta 3 centímetros y la biotrituradora con fresa es para ramas de un máximo de 4 centímetros de diámetro.