El cambio climático produce un aumento de las temperaturas medias en el planeta. Y uno de los sectores más perjudicados puede ser el de las estaciones de esquí. En un futuro, zonas como Andorra, en los Pirineos, tendrán temporadas de esquí más cortas. Se verán más afectadas, lógicamente, las zonas de menor altitud.
Así lo señala una investigación en la que ha participado la Universidad Politécnica de Cataluña y el Observatorio de Sostenibilidad de Andorra y en la que se ha analizado el caso del país pirenaico. Las pérdidas económicas podrían llegar a los 50 millones de euros. El calentamiento global cuesta mucho dinero.
El trabajo ha sido publicado en la revista Climate Research. En él se calcula que el número de esquiadores que acuden a las zonas habilitadas para esquiar disminuirá en los próximos años. Las montañas son especialmente vulnerables ante el cambio climático y, por tanto, también lo son los negocios que se desarrollan allí.
El deshielo de los glaciares, los cambios en la cantidad y frecuencia de las nevadas y las variaciones en los niveles y distribución de la biodiversidad, son ejemplos que demuestran la vulnerabilidad de las zonas montañosas ante el cambio climático.
Diez millones de turistas al año
Andorra, un pequeño país entre España y Francia en medio de los Pirineos, tiene unos 80.000 habitantes, pero recibe unos 10 millones de turistas al año, turistas que van allí para disfrutar de la naturaleza y, buena parte del año, de la nieve. El turismo de nieve es una de sus principales fuente de ingresos.
Si, como se espera, la temperatura media del planeta aumenta en 4 ºC, ni siquiera con máquinas de nieve artificial se podría mantener la temporada de esquí en las zonas menos altas de las montañas. El estudio ha analizado las estaciones de esquí de Grand Valira, Pal-Arinsal y Arcalís y diferentes proyecciones climáticas (un aumento de 2 ºC en invierno o uno de 4 ºC).
Según la investigación, la altitud va a ser determinante. La futura cobertura de nieve será muy diferente en distintas altitudes: 1.500 metros, 2.000 y 2.500. Las estaciones ya producen nieve de cultivo. En el caso concreto de Andorra, aproximadamente un 50% del área dedicada al esquí está cubierta por este sistema.
Si la temperatura aumentara 2 ºC en invierno, sólo las áreas más bajas de Pal-Arinsal se verían afectadas. La duración de la temporada, en este escenario, se reduciría un 30%. Pero, si el aumento es de 4 ºC, los tres complejos turísticos estudiados sufrirían reducciones importantes de nieve en las zonas de menor altitud. Las áreas más altas se mantendrían estables durante toda la temporada.