Ante la escasez y los altos precios del petróleo, se pueden tomar dos caminos. Uno, invertir en el desarrollo de las energías limpias y renovables. El otro, apostar por otras formas de obtener petróleo y seguir contribuyendo al aumento del cambio climático. De las llamadas arenas bituminosas se puede extraer petróleo, pero no es muy rentable. Pero, por desgracia, puede serlo cada vez más.
Por ello, Canadá, sin tener en cuenta el impacto medioambiental que supone este proceso, está valorando la posibilidad de extraer petróleo de las arenas bituminosas que hay en su territorio. Se encuentran, además, en una región de una gran importancia natural, los bosques boreales.
En Madrid, se ha realizado una protesta ante esta práctica que pretende llevar a cabo Canadá. Según un estudio elaborado por la Universidad de Stanford para la Comisión Europea, la explotación para la obtención de petróleo a partir de arenas bituminosas emite un 20% más de gases de efecto invernadero que las extracciones tradicionales. Es aún peor que extraer petróleo.
Además, estas grandes explotaciones arrasan el bosque boreal y se contamina el 90% del agua que se utiliza que, o bien se almacena en piscinas o bien acaba en los ríos a través de los acuíferos. Esta materia prima energética quizá sea la más contaminante de todas las que existen, incluso más que el carbón.
La original protesta, verter un líquido viscoso y negruzco sobre una trabajadora de la tienda de cosméticos ecológicos Lush, se ha acompañado de la firma de un manifiesto en contra de esta práctica y ha sido secundada en todas las tiendas europeas de esta marca. Para la compañía Lush éste es el proyecto más destructivo para el medio ambiente del planeta.
Para separar el betún (muy similar al petróleo) que impregna la arena se necesita agua caliente y, previamente, el talado y desecado de las zonas boscosas donde se encuentra. Los bosques que se encuentran al lado de las arenas bituminosas, en la tundra, son el principal sumidero de carbono del planeta, junto con la selva del Amazonas. La Comisión Europea baraja vetar al petróleo procedente de estas explotaciones.
Las principales organizaciones ecologistas (WWF, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Seo Birdlife y Amigos de la Tierra) han remitido una carta al Ministerio de Medio Ambiente en la que se avisa que el Gobierno canadiense está intentando convencer a la Unión Europea para que considere las altas emisiones que producen las arenas bituminosas. Según fuentes de la embajada de Canadá en Madrid, este país exportó petróleo por un valor de 34 billones de euros, de la que la mitad procede de estas arenas.