Cada vez se conoce más sobre los factores que producen el fenómeno del cambio climático y cómo actúan. Esta vez, un grupo de científicos ha descubierto la cantidad precisa de energía que el Sol proporciona a la Tierra y, lo que puede ser aún más importante, cómo las variaciones en esta energía contribuyen al cambio climático.
En el estudio se han combinado datos de laboratorio e imágenes provenientes de satélite. Este tipo de energía proveniente del Sol es llamada irradiancia solar total. Los expertos han medido un menor valor de esa energía respecto a la que se había medido antes. Además, el dispositivo colocado en el satélite que realiza la medición tiene un nuevo diseño óptico y se procedió a una nueva calibración que ha mejorado la exactitud de las mediciones.
Esta mejora de los dispositivos de medición de los satélites proporcionarán a los investigadores datos cada vez más precisos. De este modo, midiendo con exactitud la irradiancia solar total durante un largo periodo de tiempo y recibiendo datos fiables durante ese proceso, estarán cada vez más cerca de resolver cómo las fluctuaciones solares influyen en el aumento de la temperatura media global del planeta o, en otras palabras, sobre el cambio climático.
El profesor Greg Kopp, del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP) de la Universidad de Colorado, en Boulder, dirigió este estudio, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista Geophysical Research Letters.
Este nuevo trabajo es una interesante aportación que ayudará a los científicos a conocer y diferenciar la contribución de las causas naturales frente a las producidas por la actividad humana del cambio climático. Hay que señalar que la energía del sol es la fuente de energía que más afecta a cómo se comporta el clima de la Tierra. Por tanto, conocer cómo actúa puede ayudar a predecir el comportamiento del cambio climático en el futuro.
El nuevo instrumento de medición de la Radiación Solar de la NASA se instaló a bordo de la nave espacial SORCE. Este dispositivo está produciendo los resultados de la irradiación solar total más precisos hasta la fecha, proporcionando un valor de referencia que, además, permite a los científicos reelaborar todo el registro que se ha estado llevando durante 32 años.