Gran parte del planeta sufre sequía. Esta situación se agravará con el tiempo y las plantas de numerosos ecosistemas corren peligro. Los científicos tratan de averiguar cómo predecir qué especies son las más vulnerables. Los resultados de una nueva investigación puede ayudar en estas predicciones y, por tanto, se podrán tomar las medidas necesarias para que estas plantas no se extingan debido al cambio climático.
El equipo de Lawren Sack, Christine Scoffoni, y Megan Bartlett, del departamento de ecología y biología evolutiva en la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) ha hecho un descubrimiento que podría resolver este debate y posibilitar predicciones más exactas sobre cómo diversas especies de vegetales tolerarán la sequía.
Hay muchos mecanismos que intervienen en la capacidad de tolerancia de las plantas a la sequía. Los expertos no se han puesto de acuerdo sobre cuál de todos es el más importante. El equipo de la UCLA se centró en un rasgo llamado punto de pérdida de turgencia.
Una diferencia fundamental entre las plantas y los animales es que las células vegetales están amuralladas por paredes celulares. Para mantener la funcionalidad de sus células, las plantas dependen de la presión de turgencia, presión producida en las células por el agua interna rica en sales que las mantiene erguidas y firmes. Cuando las hojas abren sus poros para capturar el dióxido de carbono y realizar la fotosíntesis, pierden parte de esta agua por evaporación, lo que deshidrata a las células e induce una pérdida de presión.
Durante una sequía es mucho más difícil reemplazar el agua intracelular. Hasta que llega un punto en el que la pérdida de turgencia provoca que la hoja se marchite y la planta ya no pueda crecer.
Para ser más tolerante a la sequía, la planta necesita cambiar su punto de pérdida de turgencia, lo que quiere decir que las células mantendrán su turgencia aun cuando el suelo esté muy seco. Los autores del estudio señalan que, en los ecosistemas de muchas partes del mundo, las plantas que son más resistentes a las sequías tienen puntos de pérdida de turgencia menores.