Greenpeace se ha unido en cuarenta países con un único objetivo: reunir un millón de firmas para que las zonas no habitadas del Ártico sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas, tal y como se logró con la Antártida en 1991. Cuando se consiga el millón de firmas, la organización ecologista pedirá a la ONU que se declare un santuario en el Alto Ártico similar al de la Antártida, cuyo tratado para no explotar sus recursos naturales se firmó en Madrid hace 21 años.
El Polo Norte es hábitat de osos polares, narvales, ballenas, aves marinas y otros animales, así como de cuatro millones de personas. Es una región que funciona como termorregulador del clima de todo el planeta, pues limita el aumento de las temperaturas reflejando la radiación solar.
A pesar de su importancia, el Ártico se deteriora día a día. En diez o veinte años, según los científicos, el hielo ártico desaparecerá durante el verano. Cada tres minutos se derrite un trozo de hielo equivalente al estadio de fútbol Santiago Bernabéu.
Greenpeace presentó el informe El Ártico, la última frontera, en el que se pone de relieve que, debido al cambio climático, numerosas especies se verán afectadas por la disminución de las capas de hielo, el aumento de las temperaturas y periodos cada vez más largos de aguas abiertas y sin hielo.
Además, para empeorar la situación, países como Estados Unidos, Canadá, Rusia, Dinamarca y Noruega están explorando el territorio ya sin hielo para intentar extraer las últimas gotas de petróleo de los lugares más recónditos. Por ahora, no hay explotación, sólo exploración. De hecho, las próximas semanas, una empresa petrolera comenzará la exploración en busca de petróleo frente a las costas de Alaska (Estados Unidos).
Es necesario evitar la codicia del sector petrolero, ha avisado Mario Rodríguez, director de Greenpeace España. Es un negocio inmoral, ha añadido, que destruirá las pocas fronteras vírgenes que quedan para conseguir tres años de suministro de petróleo.
Para los ecologistas, la presencia de plataformas y pozos petrolíferos en el Ártico aumentará en un 20% el peligro de vertido en la zona. A esto hay que añadir la actividad de las flotas pesqueras industriales de arrastre que arrasan con todo, han advertido.
Quiero que el Artico sea patrimonio de la humanidad
quiero que el ARTICO sea patrimonio de la humanidad ,basta ya de tanta destruccion
Dejemos de hacer burradas ya. No aprendemos. Yo quiero un artico con osos polares no con petroleras.
Quiero que el artico sea patrimonio de la humanidad. Hablemos por los seres vivos que no pueden defender su hogar ni a ellos mismo por culpa de este cambio climático.