Por mucho que lográramos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, detener el aumento del nivel del mar será prácticamente imposible durante los próximos siglos, sostiene un nuevo estudio publicado en la revista Nature.
La razón de que sea así hay que buscarla, siempre según el informe, en un fenómeno denominado expansión térmica del agua del mar, lo que significa que el aumento de las temperaturas calienta las zonas profundas del mar, y esas capas son las que provocan constantes aumentos del nivel del mar. Lo harían, incluso, aunque las temperaturas medias globales cayeran, ya que éstas sólo enfriarían el mar de forma superficial. Eso sí, si las temperaturas suben, el derretimiento del hielo agravaría la situación.
Este constante e inevitable aumento del nivel del mar se producirá a largo plazo: «Incluso con las medidas agresivas que limitan el calentamiento global a menos de 2 grados por encima de los valores preindustriales para el año 2100, y con la disminución de la temperatura global en los siglos 22 y 23, el nivel del mar seguirá aumentando mucho después de 2100″, concluyen.
¿De qué serviría, entonces, el pacto mundial que se pretende alcanzar para limitar el calentamiento a menos de 2 grados este siglo, como un mínimo para evitar efectos catastróficos? De ser cierta la conclusión de este trabajo, reducir las emisiones ralentizaría el avance, si bien no lograría detenerlo. Así, el estudio también concluye que el aumento será menor o, si se quiere decir así, se producirá de forma más pausada. Pero se producirá, queramos o no, hagamos o no hagamos algo, mucho o poco para impedirlo, afirman científicos del Centro de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos.
Recordemos que el aumento del nivel del mar amenaza a una décima parte de la población mundial que vive en zonas costeras, incluyendo las islas. Se espera que las inundaciones provoquen hordas de refugiados, inseguridad alimentaria e incluso borrará del mapa buena parte del litoral e islas enteras. Por lo tanto, ralentizar su avance permitiría poder adaptarse en cierta medida a las consecuencias.