El cambio climático reduce el hábitat de las especies marinas en el Pacífico canadiense


El cambio climático está alterando los hábitats marinos, y no precisamente para bien. La cuestión no deja de generar noticias, malas noticias como ésta, que atribuye al calentamiento global los estragos producidos en el ecosistema de la costa del Pacífico canadiense por el aumento de la temperatura del agua, su acidificación y zonas con tan bajos niveles de oxígeno que dificultan o no permiten la vida, un fenómeno conocido como hipoxia.

Los resultados del estudio acaba de difundirlos la organización WWF, y éste ha sido realizado en colaboración con la asociación Candian Parks and Wilderness Society para concluir que la costa del Pacífico canadiense está perdiendo entre 2 y 3 metos de hábitat en aguas profundas cada año a consecuencia del cambio climático.

La hipoxia es la principal culpable de que ello suceda. Pero, como hemos apuntado, este preocupante avance de aguas muertas no es la única amenaza que se cierne sobre este rico hábitat, que también padece los efectos de la acidificación del recalentamiento de las aguas. Un panorama que crea unas condiciones hostiles para la vida, dice el informe, y que hace prever una reducción de la biodiversidad que hará disminuir los corales y mariscos, al tiempo que alentará a desplazarse hacia el norte a distintas especies de peces, como los salmones, la merluza o, por ejemplo, el bacalao del Pacífico. Curiosamente, especies más meridionales como las sardinas o los calamares están encontrándose en estas aguas.

Las soluciones que proponen ambos grupos ambientalistas pasan por una mejor gestión de la zona, con restricciones pesqueras, si es que fueran necesarias, y también reduciendo la contaminación para no agravar la situación que, de por sí, se ve tremendamente maltratada por los impactos del cambio climático.

Por último, el trabajo apunta que el calentamiento global modificará las corrientes de agua, afectando al transporte de nutrientes de las profundidades del océano a la superficie, así como a los niveles del mar y a la altura de las olas. También transformará los ciclos de la vida marina y a las migraciones. No olvidemos que lo que le ocurra a una especie puede desencadenar cambios importantes en la cadena alimentaria marina, como ya está sucediendo con la fuente de alimentación de los salmones, unos pequeños organismos organismos con problemas para fabricar sus conchas y esqueletos a consecuencia de la acidificación del mar.

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