El cambio climático avanza imparable y nos enseña sus orejas de lobo. No podemos esperar ni un retroceso ni su detenimiento. No, al menos, sin la toma de medidas a corto plazo, es decir, sin reducir las emisiones desde ya, advierte un nuevo estudio, cuyas conclusiones se han publicado hoy en la revista Nature Climate Change.
En concreto, el trabajo estima que tenemos para reaccionar en menos de una década, es decir, de 7 a 8 años, justo los que quedan para alcanzar el 2020. La cuenta atrás, en este sentido, va camino del plazo fijado por el estudio, mientras las emisiones de carbono siguen sin limitarse por debajo de los famosos 2 grados Celsius.
Esta dramática falta de acuerdos universales vinculantes es impide ser optimista al respecto, pero el pesimismo nos desborda al saber, por ejemplo, que mantener los 2 grados Celcius de temperatura sobre el nivel normal admite un máximo de 41 a 47 gigatoneladas de carbono en el mundo, cuando las emisiones actuales ya superan los 50 gigatoneladas.
Uso y abuso de la energía nuclear
Seguir con este nivel de emisiones o superarlas nos llevará a niveles catastróficos de temperaturas, por lo que “el mundo debe cambiar y tenemos que hacerlo rápidamente”, advierten los autores.
El estudio no aporta soluciones, si bien se augura un futuro difícil en caso de no reaccionarse a tiempo. Según sus predicciones, habría que recurrir a la generación nuclear, si bien tampoco es una buena opción por la polución generada y por su elevados costos. Otra de las consecuencias de seguirse con esta apatía, sería la necesidad en 2020 de cerrar cada semana una planta de carbón durante diez años para limitar las emisiones in extremis.
El informe ha sido realizado de forma conjunta por el Instituto Internacional de Análisis de Estadísticas Aplicadas, el Centro de ciencia ETH de Zurich, en Suiza, y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Estados Unidos.