No es fácil encontrar noticias positivas relacionadas con las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Esta vez, sin embargo, la excepción confirma la regla, y nos regala una buena nueva, puesto que las emisiones globales de carbono se mantuvieron estables durante 2016.
En cifras, según revela el último informe de la Agencia de Evaluación Ambiental de Holanda (AANE), el pasado año las emisiones globales de CO2 se mantuvieron estáticas el pasado año.
Datos esperanzadores
Si nos fijamos en los distintos países, la contribución es muy variable. Por un lado, cabe apuntar que todos los grandes emisores, a excepción de India, se quedaron estancados o redujeron sus emisiones de CO2.
Unos esperanzadores resultados, puesto que además las buenas cifras se deben al mayor uso de las energías renovables y a la disminución del uso del carbón. Entre otros, los Estados Unidos y Rusia redujeron sus emisiones en un dos por ciento, manteniéndose estancadas en países como China, Unión Europea en su conjunto y diferentes miembros del G20.
Los países en desarrollo todavía tienen mucho que hacer a la hora de reducir sus emisiones. De hecho, el informe que nos ocupa detecta que en ellos se concentra el aumento del nivel de emisiones de CO2.
El trabajo no deja de recordar, a pesar de los buenos datos, que la evolución sigue siendo todo un drama para el planeta, si bien haberse estancado durante el último año ayuda a ser positivos. El verdadero quid de la cuestión, señalan, no es otro que reducir de forma importante las emisiones, puesto que solo así será posible frenar el avance del cambio climático. O, lo que es lo mismo, únicamente de este modo podremos quedarnos al borde del abismo y, con suerte, retrasar cuanto más, mejor, las consecuencias del calentamiento global, llegando a un punto de no retorno.