En Estados Unidos, todo puede llegar a los tribunales. Incluso el cambio climático. La Corte Suprema (la instancia más alta del sistema judicial estadounidense) está valorando la responsabilidad que tienen las empresas eléctricas y otras grandes empreas en el fenómeno climatológico mundial. Estas empresas son responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país y algunos estados creen que deben asumir ciertas responsabilidades ante su comportamiento poco respetuoso con el planeta.
Lo que en realidad se derime en este juicio es si los estados federales pueden obligar a un organismo supraestatal como es la EPA (Enviromental Protection Agency, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) a sancionar a las empresas que sean responsables del calentamiento global. Un total de doce estados, además de trece organizaciones ambientalistas, defienden que la EPA puede imponer sanciones.
La verdad es que en un país como Estados Unidos, donde a veces parece que todo se reduce al dinero, imponer multas económicas quizá sea la única forma de convertir en medioambientalmente responsables a las grandes empresas. Por otra parte, la Ley de Aire Limpio que pretende la EPA tampoco cuenta con la aprobación de todas las empresas y, por ende, tampoco de muchos políticos, poco más que marionetas de los intereses económicos. Sus argumentos: se calcula que un 85% de la economía estadounidense depende de las fuentes de emisión de gases de efecto invernadero.
Más en concreto, la idea de regular las emisiones de dióxido de carbono de los nuevos modelos de automóvil es lo que hizo saltar la polémica. ¿Están siendo perjudicados algunos estados y los grupos ambientales por la continua inacción de la EPA? Finalmente, el Tribunal dirimió que la EPA sí tiene autoridad para regular el dióxido de carbono y otros gases causantes del cambio climático.
En una visión global, que es la única que se puede tener en este asunto, en realidad, todo el planeta está siendo perjudicado. El futuro del planeta en manos de un puñado de jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos. Este mundo, a veces, resulta bastante paradójico.