El plástico es un material relacionado con la contaminación por la tardanza en degradarse y su impacto en el entorno natural, especialmente, en el agua, ya que se acumula en los mares y océanos, creando auténticas islas de plástico. Pero ese no es todo el problema porque los microplásticos son ingeridos por los peces, llegando así a la cadena alimentaria y matando a más de un millón de animales al año. Incluso, estos pequeños plásticos se transportan por el aire, llegando a cualquier lugar del mundo. Una situación que, a partir de ahora, podría cambiar, ya que se ha desarrollado un plástico que se disuelve en agua.
El hallazgo
La joven empresa israelí Solutum es la artífice del material ecológico que permite disponer como de una especie de plástico que se disuelve en agua. Así se pone punto y final a los problemas de contaminación y de generación de residuos, ya que la disolución es total, desapareciendo como si no hubiera existido.
El material desarrollado, que tiene el aspecto de un plástico, es un compuesto único con el que se reemplaza el plástico con una solución rentable, resistente y ecológica. De este modo, permite así acabar con el problema de la contaminación por plástico, que afecta tanto al medio marino como terrestre y que constituye el segundo peor problema para el planeta tras el cambio climático.
Para llegar a este desarrollo, la empresa investigó cómo se descomponían los materiales biodegradables en la naturaleza, así como en la forma en la que el azúcar se disuelve en el agua. De este modo, surgió la idea de un material natural que se disolviera igual que el azúcar en el agua.
La ventaja además de este nuevo material es que no se precisan procesos complejos ni productos químicos que propicien la descomposición del material. La empresa Sharon Barak se encarga de fabricar las mercancías con materia prima 100% ecológica y maquinaria que habitualmente se emplea en la producción de plástico.
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