Un glaciar es una gruesa masa de hielo que se origina en la tierra por acumulación, compactación y recristalización de la nieve. Se forman cuando la precipitación anual de nieve supera la evaporada en verano. Esa es la razón por la que la mayoría de los glaciares se encuentran en regiones cercanas a los polos.
El proceso del crecimiento y establecimiento del glaciar se llama glaciación. Hay diferentes tipos de glaciares, según su forma, el clima que les afecta o las condiciones térmicas. Los glaciares se mueven, pero, tan lentamente, que no se pueden percibir por el ojo humano. De hecho, existe la expresión «lento como un glaciar».
Los glaciares más «rápidos» se mueven a decenas de metros por día, mientras que los más lentos se pueden mover un metro a lo largo de todo un año. El movimiento, por tanto, es demasiado lento para que el ojo humano perciba el movimiento. Pero una cámara en función time-lapse sí puede «ver» el movimiento de un glaciar.
En 2004, se hizo un primer intento de inmortalizar el lento movimiento de un glaciar. Fue la cadena de televión PBS, que transmitió un documental titulado Descenso al hielo. Fotógrafos y aventureros fueron a un glaciar que se encuentra en el Mont Blanc. Allí, instalaron cámaras para capturar el movimiento de los glaciares durante períodos muy largos de tiempo.
Pero la técnica fotográfica evoluciona y, en la actualidad, es mucho más fácil fotografiar en movimiento de un glaciar. El fotógrafo de National Geographic James Balog ha llevado a cabo un proyecto con ese objetivo. Ha usado cámaras réflex digitales Nikon D200 para fotografiar 18 glaciares de todo el mundo, tomando 8.000 disparos por cámara cada año.
En el siguiente vídeo puedes ver cómo se mueve un glaciar, una especie de tromba de nieve (aunque es hielo) a cámara superlenta. Observa que transcurren meses desde que comienza el vídeo hasta que acaba.