Cómo y por qué está cambiando el clima


El calentamiento de la Tierra es inequívoco, de acuerdo con diferentes tipos de evidencias científicas. Las observaciones muestran un aumento de la temperatura global del aire y de los océanos, así como un deshielo generalizado de la nieve y el hielo y un aumento del nivel medio del mar.

Los datos de la temperatura superficial para el conjunto del planeta, incluyendo tierra firme y océanos, muestran un aumento de, aproximadamente, 0,8 ºC en el periodo 1901-2010 y de alrededor de 0,5 ºC durante el periodo 1979-2010 (época en la que se logra medir la temperatura desde los satélites).

El sistema climático del planeta es complejo. Por ello, cada año no es más cálido que el anterior. Sin embargo, los diez años más cálidos se han producido desde 1997, siendo 2005 y 2010 los dos años más cálidos desde que comenzara el siglo XX. La tendencia al calentamiento es mayor en latitudes altas del hemisferio norte y en las áreas continentales. Por ejemplo, en Estados Unidos, la mayor parte del calentamiento se ha producido en el oeste del país y en Alaska.

Los efectos de este calentamiento son especialmente evidentes en las regiones polares. La extensión y el volumen del hielo ártico marino han ido disminuyendo durante las últimas décadas. Tanto Groenlandia como la Antártida han perdido cantidades significativas de sus capas de hielo. La mayoría de los glaciares del mundo están en retroceso.

Al mismo tiempo, se están produciendo también otros cambios. La cantidad de lluvia que cae en episodios de fuertes precipitaciones y tormentas ha aumentado en los últimos cincuenta años. Los niveles de congelación se sitúan cada vez a mayor altitud, de modo que, en algunos sistemas montañosos, la lluvia ha pasado a ser más frecuente que la nieve. Por otra parte, la nieve comienza a derretirse antes y el caudal de la escorrentía primaveral, que suministra buena parte del agua en muchas regiones del mundo, se reduce.

La primavera se adelanta, hay periodos más largos en los que no se producen heladas, cambios en el hábitat natural y en los patrones migratorios de aves e insectos. El nivel medio del mar ha subido globalmente unos 17 centímetros en el siglo XX, con un ascenso acelerado desde principios de los años noventa. El nivel del mar también aumenta como consecuencia de la fusión de los glaciares continentales y de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida.

Causas de este cambio climático global

El clima siempre está cambiando. Sin embargo, los cambios observados en la actualidad van más allá de lo que puede explicarse por la variabilidad natural del clima. Existe un amplio consenso científico que señala que la principal causa del rápido cambio en el clima de los últimos cincuenta años es el aumento en la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI) provocado por el ser humano, como el dióxido de carbono (CO2), los clorofluorocarburos, el metano y el óxido nitroso.

A largo plazo, el más dañino es el CO2, cuya concentración en la atmósfera sigue aumentando principalmente debido a la quema de combustibles fósiles y a la deforestación. Hay enormes cantidades de CO2 que se capturan y escapan de la atmósfera a través de procesos naturales, pero la actividad humana está incrementando la cantidad total en la atmósfera y, también, en los océanos.

Aproximadamente la mitad del CO2 procedente de la actividad humana en los últimos 250 años ha sido absorbido por los océanos y la biosfera terrestre, pero la otra mitad permanece en la atmósfera. Desde que las mediciones de este gas comenzaron en la década de 1950, la concentración de CO2 atmosférico ha aumentado a un ritmo mucho más rápido que en cualquier otro momento de los últimos 800.000 años.

La actividad humana también afecta al clima a través de los cambios en el número y en las propiedades físicas de minúsculas partículas sólidas y líquidas conocidas como aerosoles atmosféricos. Entre los aerosoles tenemos el polvo, la sal marina y los sulfatos procedentes de la polución del aire. Los aerosoles dan lugar a una gran variedad de efectos climáticos. Absorben y redirigen la energía procedente del sol y la emitida por la Tierra, son emisores de energía y modifican la capacidad de la nubes de reflejar la luz del sol y de producir precipitación.

Los aerosoles pueden tanto fortalecer como debilitar el calentamiento por el efecto invernadero, dependiendo de sus características. La mayoría de los aerosoles procedentes de la actividad humana actúan enfriando el planeta, contrarrestando, en parte los efectos del calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero.

Los seres humanos alteran las características del terreno como consecuencia del riego, la eliminación y creación de bosques, cambios en la cubierta vegetal a través de la agricultura, la construcción de ciudades y de embalses. Estos cambios pueden tener efectos significativos en los patrones del clima a escala local y regional, lo que suma un pequeño impacto en el balance energético global.

2 comentarios

  1. nose puede con el capital le interesa que a si sea las grandes siderúrgicas y los petrodólares no hay solución es como predicar en un desierto

  2. A mi parecer el cambio climatico esta llegando ahora pork es el hombre que lo provocacon las armas nucleares y todo tipo de cohete que tiras en el atmosfera. Este daño a la tierra provoca este cambio tan brutal de clima en si. Si nos damos a pensar no puede ser possible que en un tiempo record haya abido un ciclon… terremotos … sudnami,..ect.. en menos de un mes. Piensen un poco!!! Y deducen!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *