El cambio climático continúa a pesar de la crisis económica


Muchos pensaban que la crisis económica, la disminución de actividades que suponen emisiones de gases de efecto invernadero, metano (CH4) y óxido de nitrógeno (N2O) y dióxido de carbono a la atmósfera, mitigaría el cambio climático. Pero no ha sido así. Aun con la reducción de la actividad industrial de los últimos años, y según datos del último Boletín de Gases de Efecto Invernadero del organismo meteorológico de la ONU, las concentraciones de estos gases llegaron, en 2009, a los niveles más altos de los últimos 10.000 años. No han parado de crecer desde que comenzó la época preindustrial, esto es, desde mediados del siglo XVIII.

Hay que señalar que sin las medidas que se están tomando desde hace años, la concentración hubiera sido mucho mayor. El problema es que los gases de efecto invernadero persisten en la atmósfera durante muchos años, permaneciendo ahí durante décadas. En otras palabras, aunque se dejen de emitir, el calentamiento continuará.

La relación entre el ritmo de crecimiento del dióxido de carbono en la atmósfera y la subida de la temperatura global fue una de las razones para que, en el informe del Panel de Integración sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado en 2007, se calificara como muy probable que los gases de efecto invernadero fueran los responsables del calentamiento global. Ya se aprecian cambios en el planeta, como el deshielo del Ártico, la subida del nivel del mar, los cambios en la intensidad de las sequías o las inundaciones causadas por tormentas.

De los datos suministrados por la OMM (Organización Meteorológica Mundial) se desprende que el año 2010 se encuentra entre los tres más cálidos desde 1850, cuando se comenzó a medir la temperatura con instrumentos adecuados. También la pasada década es la que ha tenido temperaturas más altas. Los desastres climatológicos se han sucedido por todo el planeta.

En España, las emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido en 2009 un 8,2% respecto al año anterior. Pero, por otra parte, se han incrementado respecto a las emisiones de 1990 en un 28,5%. Según las previsiones del Ministerio de Medio Ambiente y la oficina de Cambio Climático, en 2010 se produjo una reducción de entre el 6 y el 8%. Claro que ha habido un menor consumo de gasóleo y gasolina fruto de la reducción en la actividad industrial y un menor uso de carbón para producir electricidad. También han existido días con una bajada importante de las emisiones en el sector eléctrico de más del 14% respecto a 2009. Las de transporte han disminuido en un 1,5%.

El dióxido de carbono es el gas que más efecto invernadero provoca después del vapor de agua en la atmósfera. El segundo actor en el efecto invernadero es el metano.

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