Etiquetas de CO2 en productos elaborados

Los gobiernos quieren (con buen criterio) responsabilizar a toda la ciudadanía en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Pero, para que los consumidores puedan ayudar al grave problema del cambio climático con una compra responsable, deben estar bien informados. Por ello, cada vez más gobiernos desarrollan leyes para etiquetar los productos con información acerca de las emisiones de CO2 que han sido necesarias emitir a la atmósfera para llevar el producto desde la naturaleza al supermercado o a la tienda donde lo comprará el consumidor.

En España, ha sido el grupo parlamentario CiU (Convergència i Unió) el que ha propuesto en el Parlamento una ley para que las etiquetas de productos elaborados indiquen la emisión de CO2 asociado a su fabricación de modo que se pueda conocer su impacto medioambiental. El portavoz de CiU en el Congreso defenderá ante la Comisión de Medio Ambiente la iniciativa, que será presentada a través de una Proposición no de Ley.

Se trata, según los responsables de esta iniciativa, de sensibilizar al ciudadano y a potenciar un consumo más responsable. Además, es una tendencia que se está llevando a acabo en otros países europeos como Gran Bretaña, Francia, Suiza o Finlandia. Algunas cadenas de supermercados, como la británica Tesco o la francesa Casino ya incluye esta etiqueta en productos como patatas fritas, zumos de naranja o la harina de avena.

Hay que señalar que medir las emisiones de cada proceso para etiquetar el producto no es tarea fácil. Además, hay diferentes métodos, con lo que los resultados pueden diferir. Con todo, hasta que llegue una homologación en este tema, es un paso adelante que se obligue a las empresas a informar de su huella de carbono.

Luego, la decisión final, queda en manos del consumidor y su conciencia ambiental. En Francia, país que lleva ya un tiempo publicando la huella de carbono de sus productos, un 80% de los compradores ignoran la información sobre CO2. Así que tan importante o más es que los gobiernos y las empresas informen debidamente como que el consumidor tenga un comportamiento medioambientalmente responsable.

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