Algunas personas consideran que son las administraciones públicas y las empresas las que deben hacer algo para remediar el cambio climático. Sin embargo, todos podemos y debemos hacer algo. Pero, eso sí, es esencial que se facilite la labor al ciudadano. En concreto, como consumidor, es clave que se le dé información para que pueda elegir productos que no contribuyan al cambio climático.
Casi el 80% de los ciudadanos españoles considera que el Gobierno debería imponer legalmente a las marcas la obligación de ofrecer información sobre el impacto climático de sus productos en el etiquetado. Así se desprende de un estudio elaborado por el Grupo de Trabajo de Energía y Cambio Climático de Fundación Entorno- BCSD España. El consumidor reclama saber lo que está comprando y las empresas deberían estar obligadas a ofrecer esos datos.
El estudio también señala que el 72% de los españoles está dispuesto a cambiar sus hábitos de consumo para luchar contra el cambio climático. Pero, en la actualidad, no saben cuál es la opción menos dañina y no pueden actuar en consecuencia. Para que el poder como consumidor y la responsabilidad medioambiental se puedan ejercer, la información tiene que ser clara y poder compararse.
La directora de Fundación Entorno, Cristina García-Orcoyen, percibe un problema en este asunto: ya existe una gran variedad de etiquetas, algo que, sin duda, confunde al consumidor y que resta credibilidad al etiquetado.
En general, los consumidores desean tres cosas: que se amplíe la oferta de productos bajos en carbono, que se homogeneice el etiquetado y que la información sea clara, en este caso, no sólo por parte de las empresas que elaboran los productos y las grandes cadenas de distribución, sino también por parte del Gobierno, las demás administraciones y la comunidad educativa.
Además, el 86% de los encuestados cree que los gobiernos deberían tener en cuenta la huella de carbono al llevar a cabo los procesos de compra y contratación pública.