Explicación de las inundaciones de 2010


Inundaciones históricas en Australia, Colombia, Brasil, Sri Lanka, ola de calor en Argentina… ¿Tiene alguna explicación este clima tan extremo? ¿Por qué ocurre algunos años en concreto? Los expertos del clima lo achacan a dos fenómenos relacionados entre sí que se producen en el Océano Pacífico denominados El Niño y La Niña. (El nombre completo es El Niño Oscilación del Sur, ENOS.)

La Niña es un trastorno climático global que se produce a causa de un cambio radical en la presión atmosférica y por la interacción entre el mar y la atmósfera al este de Australia. Desde esa zona, habitualmente, se desplaza una corriente de agua fría hacia el continente australiano. Algunos años, esta corriente se acelera y puede producir lluvias torrenciales en Oceanía y el sureste de Asia. En cambio, cuando se produce El Niño, las altas presiones se encuentran en el Pacífico occidental y la baja cerca de las costas americanas. Esto produce que los vientos alisios se debiliten y las aguas cálidas se dirijan hasta el este del Océano Pacífico.

En 2010 se produjo una transición muy rápida de El Niño a La Niña. El Niño fue intenso y duró todo un año: acabó en mayo. Y, en tan sólo dos meses, llegó La Niña, que puso fin a diez años de sequía en Australia, pero también inundó unos 850.000 kilómetros cuadrados en dicho país, un área que equivale a la superficie que ocupan Francia y Alemania juntas. Además, causó terribles inundaciones en América del Sur y condiciones de sequía en las zonas central y sur del continente.

Desde los años setenta se conoce y se estudia este fenómeno de El Niño-La Niña. Es un ciclo complejo, pero los expertos afirman que las sequías, las inundaciones y otros desastres naturales asociados al fenómeno están siendo más intensos en los últimos cuarenta años. El calentamiento del planeta también afecta a este ciclo climático, que retiene más calor y lleva hasta un 4% más de vapor de agua, lo que, finalmente, produce las lluvias torrenciales que se han vivido recientemente.

Los climatólogos pueden predecir que se va a producir La Niña. Sin embargo, no pueden saber cuánta lluvia producirá. No todas las consecuencias son negativas. Algunos pescadores afirman que, después de que La Niña pase, hay una buena temporada de pesca. Sin embargo, no compensa todas las cosechas perdidas por las inundaciones.

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