Financiación para frenar el cambio climático desviada a intereses privados


Con ocasión de la reunión del Comité que diseñará el Fondo Verde para el Clima en Ginebra, más de 140 redes y organizaciones de todo el mundo, entre ellas Ecologistas en Acción y el Observatorio de la Deuda en la Globalización, exigen a los gobiernos compromisos urgentes que se aparten de lo habitual o, para decirlo sin pelos en la lengua, que importe algo más que el dinero.

Por ello, han dirigido una carta a la Directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Alicia Montalvo, quien representa al Gobierno español en este Comité de Transición del Fondo Verde para el Clima. Los grupos ambientalistas temen que algunos gobiernos, al tener acceso al capital financiero del Fondo, lo usen para su propio beneficio.

En el documento se pide a los miembros del Comité que no den financiación o incentivos directamente al sector privado. La participación del sector privado, ya que es necesaria, necesita un control férreo dentro de las autoridades nacionales.

La relación entre el sector privado y el Fondo Verde para el Clima siempre ha estado envuelta en polémica. Los representantes de los países más industrializados, entre ellos, Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea, con la connivencia del Banco Mundial, quieren que el sector privado sea la mayor fuente de la financiación internacional para hacer frente al calentamiento global en los países empobrecidos. Pero el sector privado nunca hace nada por altruismo, siempre espera un retorno, mayor o menor, antes o después, de sus inversiones.

Si el sector privado controla el dinero que aportan los países ricos para desarrollar políticas de mitigación del cambio climático en los países pobres, la probabilidad de que haya especulación es altísima, así como el riesgo de volatilidad de los mercados financieros. Los Derechos Humanos Universales quedarían subordinados al interés privado de conseguir beneficios económicos.

La lucha contra el cambio climático no puede depender de derivados, inversiones y compraventas en el mercado del carbono, pues existiría un riego muy alto de crear una nueva burbuja financiera. Esas empresas y buena parte de esos gobiernos son responsables del cambio climático y de la crisis actual a expensas, precisamente, de esquilmar los recursos de los países pobres. ¿Vamos a permitir que ocurra de nuevo y, encima, con la excusa del cambio climático?

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