Guerra comercial por las emisiones de carbono de los aviones


La Unión Europea obliga ya a todas las aerolíneas a pagar por el exceso de emisiones de gases contaminantes. China e India se niegan. Estados Unidos protesta. ¿Será el comienzo de una guerra comercial entre continentes?

China encabeza la rebelión mundial contra la Unión Europea y su tasa sobre el carbono. Las aerolíneas chinas se oponen al pago del impuesto sobre las emisiones contaminantes que impone la UE por el uso del espacio aéreo de la región Europea. Pero a China la secundan la India, Estados Unidos, Rusia y otros 19 países. Nada nuevo: unos quieren luchar contra el cambio climático y otros no. Pero parece que nadie se da cuenta de que, si no ponemos todos algo de nuestra parte, no servirá de nada.

La Unión Europea está decidida a que la aviación sea más verde. O, quizá sería más apropiado decir, que, el que contamine, pague. Porque emitir, se va a seguir emitiendo.

No se consiguió un pacto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la aviación comercial, así que la Unión Europea decidió actuar unilateralmente e incluir a la industria aérea en su mercado de derechos de CO2. Así, desde el pasado 1 de enero de 2012, las aerolíneas que vuelan a o desde cualquier aeropuerto europeo deben participar en el sistema de derechos de emisión de dióxido de carbono (ETS, en sus siglas en inglés).

Este mercado de emisiones de carbono ya se aplica en otros sectores industriales desde hace años. La aviación es uno de los sectores que más contamina, sus emisiones contaminantes suponen el 3% del total de los gases de efecto invernadero (GEI) generados en Europa. Las aerolíneas que vuelan a aeropuertos europeos reciben cada año un cupo gratuito de emisiones, pero, una vez que se sobrepasa ese máximo, están obligadas a comprar más derechos en el mercado de CO2.

Se trata de un incentivo para que las aerolíneas apuesten por el uso de tecnologías sostenibles. El cupo de derechos gratuitos cubre este año el 97% del total de las emisiones del sector aéreo y se reducirá al 95% a partir de 2013. De este modo, se da margen para que las compañías reduzcan paulatinamente sus emisiones de carbono.

Aunque la legislación entró en vigor en enero, las aerolíneas no tienen que efectuar pagos hasta abril de 2013. Veremos como queda la guerra del carbono en la aviación. De momento, no parece que ninguna aerolínea reduzca el número de vuelos.

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