Al menos 63 personas han fallecido por las terribles inundaciones causadas por las intensas lluvias en Kenia. Además, hay más de 35.000 personas desplazadas de sus hogares, según ha asegurado el vicepresidente del Gobierno de Kenia, William Ruto. La temporada de lluvias comenzó en marzo. El pasado año, murieron al menos 50 personas durante la época de lluvias.
El Gobierno ha pedido a la gente que vive en zonas donde es más fácil que se produzcan inundaciones que se trasladen a lugares más altos. Gran parte del país ha sido afectado por las inundaciones, principalmente, las regiones costera y occidental. Dos niños han sido las últimas víctimas, enterrados en un deslizamiento de tierra en el condado de Narok. La tormenta destruyó, además, casas y granjas. Se cree que fueron enterrados vivos mientras dormían.
El Departamento Meteorológico de Kenia ha advertido que lo peor puede estar por llegar. La tierra está saturada de agua. La previsión es que la temporada de lluvias continúe y las inundaciones no acaben hasta bien entrado mayo.
El Gobierno keniano ha movilizado unos 900.000 euros para ayuda alimentaria. También ha ordenado al Ejército participar en las labores de evacuación de los afectados, que se concentran en el norte y el este del país.
Los terribles efectos de las lluvias en el país africano ocurren prácticamente todos los años y, con el cambio climático, es bastante probable que sean cada vez peores. El Gobierno planea proponer al Parlamento una propuesta para una Ley de Gestión de Desastres que mejore la gestión de los desastres. La propuesta de Ley dejará muy claro cómo gestionar las emergencias en el país africano.
Dos temporadas de lluvias cada año
Kenia tiene dos temporadas de lluvias cada año. Normalmente, van desde marzo hasta junio (que es la temporada larga), y de octubre a diciembre, la corta.
La pérdida de vidas humanas es frecuente en ambos periodos. Las causas son la intensidad de las precipitaciones y el mal estado de las infraestructuras del país, que originan inundaciones, riadas y deslizamientos de tierras en pocos minutos.