La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) ha pedido a Japón que acepte prolongar la vigencia del Protocolo de Kioto. Si no lo hace, estará desbaratando su participación en el régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
La incertidumbre respecto al futuro del Protocolo de Kioto cada vez es mayor. Aunque sigue constituyendo el primer tratado legalmente vinculante para reducir las emisiones de los gases causantes del calentamiento global. Pero muchos países están descontentos con el tratado porque Estados Unidos no lo ha firmado. Por otra parte, la mala situación económica internacional ha propiciado que muchos países cumplan los objetivos de reducción de las emisiones sin mucho esfuerzo.
Japón no es el único país que no quiere que prolongar la vigencia del tratado de Kioto. Rusia y Canadá también han afirmado que no aceptarán que se extienda su vigencia y abogan por un nuevo tratado en el que estén incluidos los principales países emisores (Estados Unidos, China, la India). Sin embargo, la mayoría de los gobiernos, también los de los países en vías de desarrollo, respaldan la prórroga de Kioto. Quizá porque ven más factible su cumplimiento.
La secretaria ejecutiva de la UNFCCC, Christiana Figueres, se ha dirigido particularmente a las autoridades japonesas en un seminario celebrado en Tokio y ha avisado de que si Japón se niega por completo a seguir con el Protocolo de Kioto, se arriesga a perder mucha de las inversiones en infraestructuras en las que había invertido. Se refería claramente al comercio de derechos de emisión: un mecanismo que sólo pueden utilizar los que hayan firmado el Protocolo de Kioto.
Por su parte, el Gobierno japonés cree que el acuerdo alcanzado en Cancún a finales de 2010, le debe permitir utilizar los Mecanismos de Desarrollo Limpio, entre los que se encuentra el comercio de emisiones. Muchas empresas japonesas y el propio Gobierno han estado participando activamente en este comercio de emisiones.
En todo caso, Figueres ha pedido a Japón que aclare las condiciones necesarias para que se llegue a un acuerdo en cuanto a la prórroga del protocolo.