Siguen publicándose estudios que alertan sobre el deshielo de los polos, y el último ha sido de impresión, pues afirma que el oeste de la Antártida está calentándose ni más ni menos que el doble de lo esperado.
Además de provocar estragos en su propio ecosistema, la pérdida de hielo de forma tan rápida supone una seria amenaza para el resto del planeta a corto plazo. En concreto, el deshielo incrementaría el nivel del mar de una forma alarmante, pues la Antártida Occidental tiene hielo para incrementarlo en 3,3 metros.
De este modo, a la vista de estos nuevos datos existe una gran preocupación de que el deshielo aumente el nivel del mar desde San Francisco a Shanghai, de acuerdo con el nuevo informe llevado a cabo por científicos estadounidenses.
Triplica el calentamiento medio
El trabajo realizado maneja datos que confirman un inesperado aumento de la temperatura. Concretamente, la media anual en la estación de investigación Byrd, ubicada en la Antártida Occidental, ha aumentado 2,4 grados centígrados desde la década de 1950, lo que supone uno de los mayores aumentos del planeta, triplicando la media mundial.
Un recalentamiento que afecta tremendamente a la capa de hielo, susceptible de desongelarse, si bien un derretimiento total de la región sería cuestión de siglos. Sin embargo, ello no obsta para afirmar que el calentamiento allí está doblando las previsiones.
Sin necesidad de irnos a lo que pasaría, la actual situación ya «plantea preocupaciones adicionales sobre la futura contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar», apunta el profesor de Geografía de la Universidad Estatal de Ohio, David Bromwich.
Los más afectados sería, lógicamente, los países o ciudades costeras, cuyo nivel del mar ya se incrementó alrededor de 20 centímetros durante el pasado siglo. Por su parte, las previsiones para este siglo no son mejores: Naciones Unidas pronostica que el nivel del mar aumentará en función del deshielo que se produzca de Groenlandia y la Antártida, si bien se espera un mínimo de entre 18 y 59 centímetros.