Los glaciares de todo el mundo disminuyen. El deshielo se acelera desde los años setenta del siglo pasado. Investigadores colombianos han analizado los glaciares de su país. Fruto de su trabajo han publicado, gracias al Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), un libro titulado Glaciares de Colombia, algo más que hielo y montaña.
Un glaciar es una masa de hielo en movimiento que cuenta con detritos rocosos. Se caracteriza por el balance entre la alimentación y la fusión. Jorge Ceballos, investigador y compilador de la publicación, ha comentado que, en Colombia, muchas personas creen que los glaciares son blancos, fríos y estáticos. Sin embargo, los glaciares presentan tonalidades entre grises y azules, varían en su temperatura y se mueven.
Los glaciares colombianos son especiales: en todo el mundo, sólo tres zonas tienen glaciares cerca del ecuador terrestre: Colombia y Ecuador, el este de África y Nueva Guinea. Los glaciares se forman en la parte alta de las montañas, que está cubierta por hielo y donde cae nieve. Más abajo aparece el periglaciar, en donde ya puede aparecer una capa de vegetación. Y aún más abajo, están los páramos.
Colombia tiene seis glaciares: los volcanes nevados del Huila, del Tolima, Santa Isabel y del Ruiz, y las sierras nevadas de El Cocuy y de Santa Marta. El Nevado del Ruiz se monitorea mediante cinco estaciones meteorológicas. Tres miden caudal, temperatura y precipitación y las otras, humedad relativa y otros aspectos. Dichas estaciones envían datos cada quince minutos.
Cambios en el clima de la zona
El nevado del Ruiz tiene actividad volcánica. En ocasiones, cae ceniza sobre el hielo, de modo que los copos de nieve se derriten a mayor velocidad.
La desaparición de los glaciares puede tener consecuencias en la hidrología de la zona. Por ejemplo, cambiaría las condiciones atmosféricas de los páramos, disminuyendo las precipitaciones. Los páramos y otras regiones de Colombia, Perú y Ecuador podrían verse afectadas.
Los glaciares desaparecen a un ritmo rápido. Los países andinos sirven como termómetro a nivel global. La desaparición de estas grandes masas de hielo puede acelerar aún más el calentamiento global.