El cambio climático nos concierne a todos, ¿pero estaríamos dispuestos a pagar un poco más por productos que tengan una menor huella de carbono? Más de 2.800 jóvenes de seis países diferentes han participado en un estudio a este respecto elaborado por TNS. La investigación ha revelado que el 83% de los jóvenes chinos sí están dispuestos a ello.
La nueva investigación ha revelado que los jóvenes chinos podrían ser la clave para desarrollar la demanda masiva de productos verdes. Según la organización Carbon Trust Standard, las empresas deben desarrollar estrategias a este respecto, informando de la huella de carbono de sus productos, especialmente en las economías emergentes, las que más demandan una reducción del impacto medioambiental.
Más de 2.800 jóvenes de seis países diferentes han participado en el estudio, que ha revelado que el 83% de los jóvenes chinos entre 18 y 25 años serían más fieles a una marca si ésta redujera su huella de carbono. En cambio, sólo el 57% de los jóvenes de Estados Unidos o el 55% de los británicos lo afirmaron. Quizá sea un reflejo de lo que se preocupan sus gobiernos por el cambio climático.
En los seis países del estudio, el 78% de los jóvenes afirmaron que les gustaría que sus marcas favoritas redujeran sus emisiones de carbono.
En economías emergentes, como Sudáfrica o Brasil, se produce el mismo fenómeno que en China: quieren productos que no contribuyan al cambio climático. El 86% de los jóvenes Sudafricanos y el 84% de los jóvenes brasileños consideran que las grandes empresas deberían reducir su impacto medioambiental. En el caso de Estados Unidos y Gran Bretaña, tan sólo el 66% de los encuestados piden más compromiso medioambiental a las marcas.
El director ejecutivo de Carbon Trust, Tom Delay, se ha sorprendido gratamente por los resultados del análisis. Según su opinión, los consumidores chinos pueden liderar la demanda global de productos verdes. La economía sostenible de ámbito global quizá dependa de los chinos y no de los estadounidenses.
El 60% de los jóvenes chinos encuestados dejarían de comprar un producto si la empresa que lo fabrica se niega a reducir su huella de carbono, mientras que sólo el 35% de los estadounidenses lo harían.
Ser medioambientalmente responsable vende cada vez más.