El lago Vostok es un lago subglacial de la Antártida. Está ubicado por debajo de la base Vostok rusa, a 3.748 metros de profundidad, bajo la superficie de la placa de hielo antártica central, totalmente aislado del exterior y protegido de la atmósfera.
Aislado hasta ahora, ya que investigadores de Rusia han alcanzado, después de más de tres décadas de perforación, la superficie del lago Vostok, a casi cuatro mil metros bajo el casquete glacial de la Antártida. Se cree que allí podrían existir aún rastros de microorganismos antiguos.
Un funcionario de Roshidromet, el organismo ruso de meteorología y control medioambiental, confirmó que los exploradores habían llegado a la superficie del lago Vostok, pero no ofreció más detalles.
El lago Vostok tiene unos 35 millones de años y durante 15 millones de años ha permanecido prácticamente aislado de la atmósfera terrestre y la biosfera. El estudio de su ecosistema único puede ayudar a crear un guión de los cambios naturales que podría producir el clima en los próximos milenios. También puede ayudar a entender cómo diversas formas de vida de la Tierra se fueron adaptando a condiciones extremas.
Las obras de perforación fueron comenzadas por científicos de la extinta Unión Soviética, allá por la década de los setenta del siglo XX, dentro de un programa de estudios paleoclimáticos. Por entonces ignoraban la existencia del lago Vostok, que fue descubierto en 1996, con la colaboración de investigadores británicos.
En 1998, cuando faltaban unos 130 metros hasta la superficie del lago, los trabajos de perforación se suspendieron a instancias de la comunidad internacional, por falta de una tecnología que pudiera minimizar la posible contaminación del agua. El Instituto de Minería de San Petersburgo desarrolló un proyecto especial para obtener muestras congeladas sin contaminar el agua del lago y los países signatarios del Tratado Antártico aceptaron, en 2003, dicho proyecto, presentado por Rusia. Dos años más tarde, las obras de perforación a gran profundidad se reanudaron.