El alcornoque podría desaparecer en cien años


El sector corchero tiene que hacer frente a un nuevo enemigo: el cambio climático. Sus efectos serán tan devastadores que se prevé que entre 2071 y 2100 apenas queden alcornoques en pie, según un estudio de Europa Cork. Hasta el momento, la principal amenaza señalada por los expertos era la enfermedad de la seca, especialmente para los alcornocales que se extienden por la Península Ibérica. A esta enfermedad se suma ahora otro enemigo: el cambio climático.

Un grupo de expertos y científicos de máximo nivel del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad de Extremadura han presentado los resultados de un proyecto realizado durante los años 2008 y 2009 en España, con el objetivo de evaluar los potenciales efectos de la alteración del clima sobre la flora española, y las conclusiones no pueden ser más desalentadoras para el sector corchero.

El informe, promovido por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) a través de la Secretaría de Estado de Cambio Climático, y titulado «Impactos, vulnerabilidad y adaptación de la biodiversidad española frente al cambio climático», concluye que el alcornoque se extinguirá en España en cien años como máximo, con un muy alto riesgo de desaparición pasada la mitad de este siglo.

Y es que de aquí a cuarenta años, el clima dejará de ser el adecuado para el 70% de las principales especies forestales que se distribuyen en la Península, ya que las temperaturas máximas subirán al menos tres grados. De hecho, según el estudio, en el mejor de los casos, los cambios meteorológicos aún amenazarían al 57% de las especies forestales. En el peor escenario, hasta al 94%.

La subida de temperaturas generales serán más importantes en el cuadrante suroeste peninsular y afectarán, especialmente, a las máximas de los meses de verano, según destaca el informe. En cuanto a las precipitaciones, señala que la evolución es más irregular, pero que se prevé un descenso general, más intenso en la zona septentrional de España. Por tanto, las comunidades autónomas más afectadas por el calentamiento y la aridez serán Extremadura, Andalucía y la Comunidad de Madrid, en las que la pérdida de la Riqueza Específica Media (REM) oscilará entre el 62 y el 72%, siendo las menos afectadas Cantabria, Asturias y Aragón. Así, el alcornoque, junto con la encina, el pinsapo, el abeto común y el roble albar sean las especies que más sufrirán los devastadores efectos de la alteración climática.

Las dehesas extremeñas y andaluzas, por tanto, cambiarían su fisonomía y función productiva, con la desaparición casi completa de los alcornoques y las encinas, lo que llevará también a una pérdida de la ganadería extensiva y pondrá contra las cuerdas el desarrollo y la supervivencia de muchos municipios rurales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *