Casi el 70% del agua potable del planeta se acumula en el hielo de la Antártida. Principalmente, en la gran masa de hielo que cubre el continente. Además de este hielo sobre la tierra antártica, está el hielo del mar que rodea al continente. La capa de hielo marina crece en invierno y se derrite, casi completamente, en verano.
Mientras que las temperaturas globales del planeta han aumentado, en general, en la Antártida, las temperaturas del aire han disminuido ligeramente, aunque han aumentado a lo largo de la Península Antártica y la Antártida Occidental. Al mismo tiempo, la extensión total del hielo marino antártico ha aumentado ligeramente: un 1% por década desde que comenzaron los registros por satélite en 1979.
Los científicos tratan de explicar esta aparente contradicción. Sugieren que el crecimiento del hielo marino puede producirse a causa del agujero de ozono sobre la Antártida, que está afectando los patrones climáticos en la región. Los cambios en el clima pueden ser debidos al aumento de los vientos en alta mar, que extiende el hielo marino lejos del continente.
Otra teoría es que la cantidad de agua dulce en el océano Austral se ha incrementado, diluyendo el contenido de sal del agua marina y alterando los patrones de circulación oceánica, lo que ayudaría al crecimiento del hielo marino.
En todo caso, el aumento del hielo marino es sólo una pequeña parte de la historia de la Antártida. Los científicos también han utilizado datos provenientes de satélites sobre la capa de hielo en tierra para medir si la capa de hielo antártico ha ido aumentando o disminuyendo.
Los intentos de responder a la pregunta varían desde que se está produciendo un aumento de alrededor de 100.000 millones de toneladas de hielo por año desde 1960 hasta una pérdida de 200.000 millones de toneladas al año durante el mismo período. Informes más recientes coinciden en que la capa de hielo está perdiendo hielo y que la tasa de pérdida se ha ido acelerando.