Nissan define su filosofía en el asunto del medio ambiente como una «simbiosis de personas, vehículos y naturaleza«. Su objetivo es crear una movilidad sostenible con el menor impacto en el medio ambiente. Contaminar lo mínimo posible. La marca japonesa ha plasmado este compromiso a través de un plan que fija, entre otros objetivos, reducir en un 90% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los nuevos vehículos para el año 2050.
Para llevar a cabo el plan, la compañía fabricante de coches está comprometida con el vehículo eléctrico. Su modelo Leaf es uno de los eléctricos más vendidos en el mundo. También la furgoneta e-NV200. Ninguno de estos vehículos emite emisiones de CO2 (ni de ningún otro tipo).
Por otra parte, Nissan ha puesto en marcha el Nissan Green Program 2016, un plan a medio plazo con el que la marca espera consolidarse como líder mundial en la venta de vehículos de cero emisiones. El programa quiere lograr cuatro objetivos. El primero de ellos es encabezar el mercado de coches sin emisiones, para lo que lanzará cuatro modelos eléctricos hasta 2016 (incluido el Leaf), así como un vehículo de pila de combustible propulsado por hidrógeno y liderará el suministro de baterías para este tipo de automóviles.
En segundo lugar, quiere aumentar la eficiencia en el consumo de carburante. Para ello, se ha comprometido a reducir un 35% el consumo de combustible de sus modelos para 2016.
Pero no sólo serán los coches los que disminuyan las emisiones de carbono. También la empresa: su meta es recortar un 20% las emisiones de CO2 correspondientes a sus operaciones corporativas, desarrollando las fuentes de energía alternativa en fábricas y otras instalaciones.
Por último, la empresa aspira a ser líder en reciclaje con el objetivo de alcanzar una tasa de residuos reciclados del 25% en 2016. Además, para producir nuevos automóviles usará materiales reciclados a partir de los desechos de producción o de vehículos y piezas al final de su vida útil.