Las emisiones de CO2 que evita la energía solar


Las energías limpias no emiten dióxido de carbono y, por tanto, no contribuyen a que el cambio climático aumente. En España, hay diecisiete centrales termosolares que han estado funcionando a pleno rendimiento durante el pasado año 2010. Entre todas ellas, se ha evitado la emisión a la atmósfera de 1.107.180 toneladas de gases de efecto invernadero (GEI). La mitigación del cambio climático se puede calcular.

Estos datos son el resultado de considerar el mix de generación con combustibles fósiles al que realmente ha sustituido la energía solar en el año 2010, según datos de la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica, Protermosolar. De estos datos se desprende que el mix de electricidad con combustibles fósiles fue de 24.843 GWh producidos con carbón, 7.969 GWh producidos con derivados del petróleo o gas natural y 25.604 GWh generados con ciclos combinados de gas natural. Entre las tres formas de producir energía suman 58.416 GWh.

Cada kWh (kilovatio por hora) producido por centrales que aprovechan combustibles fósiles supone una emisión media a la atmósfera de 0,56 kilogramos de dióxido de carbono (la producción de un kWh en una central de carbón supone la emisión de 0,961 kilos de C02; la de un kWh en centrales de petróleo o gas, 0,828 kilos de C02; y la de un kWh en una central de ciclo combinado, 0,372 kilogramos de gases de efecto invernadero).

Por otra parte, la electricidad generada con centrales nucleares o con otras fuentes de energías renovables no se vieron afectadas por el hecho de que se genere energía solar termoeléctrica. Si las emisiones de gases de efecto invernadero que se evitan gracias a las centrales termosolares se compara sólo con las centrales termoeléctricas de carbón, el cálculo ascendería a 1,9 millones de toneladas, mientras que si se toman como referencia las centrales con ciclos combinados de gas natural, la cantidad sería de 744.000 toneladas. El carbón es la fuente de energía que más contamina.

En definitiva, las centrales termosolares han contribuido a que las emisiones verificadas de gases de efecto invernadero (GEI) en España hayan disminuido en un 11,3% en 2010 con respecto al año anterior según el balance del Ministerio de Medio Ambiente. El mayor descenso se ha registrado en el sector eléctrico, responsable del 46,4% de las emisiones de los sectores afectados, en el que se ha logrado una disminución del 22,6%.

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