Alemania está apostando por las renovables. Es sólo una da las vías para reducir sus emisiones contaminantes y luchar contra el cambio climático. Por otra parte, no quiere quedarse sola en un problema que sólo se resolverá si participan todos los países desarrollados.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido de que el fenómeno del calentamiento global se está acelerando rápidamente y nada cambiará si los dirigentes mundiales no alcanzan cuanto antes un acuerdo para limitar la emisión de gases de efecto invernadero. En otras palabras, Merkel pide lo que no se ha conseguido en las Cumbres del Clima.
La cumbre climática internacional celebrada en Durban (Sudáfrica) el pasado diciembre de 2011 sólo sirvió para ratificar el fracaso de acuerdo ante el mayor problema al que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Los países participantes acordaron elaborar, para 2015, un nuevo acuerdo que obligaría a los países que más contaminan a reducir sus emisiones. Algunos opinaron que ese plan era poco ambicioso para detener el calentamiento global. Por otra parte, ¿cómo saber si los países que no firman los acuerdos ahora lo harán dentro de tres años?
Merkel ha señalado que, en el cambio climático, el tiempo tiene una importancia fundamental. Lo dijo en Berlín, donde delegados de más de treinta países preparaban la conferencia de la ONU sobre clima que tendrá lugar en Qatar a finales de este año. Los participantes debatieron cómo evitar que las temperaturas suban más de 2 ºC.
Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente alemán puso en duda, en una entrevista publicada por un periódico alemán, la capacidad de su país para cumplir sus propios objetivos en la lucha contra el cambio climático. Palabras frente a hechos, una vez más.
Algunas de las iniciativas son introducir un millón de coches eléctricos y reducir el consumo de energía un 10% para 2020. A principios de 2012, sólo circulaban 4.541 coches eléctricos, según la Autoridad Federal Alemana de Transporte con Motor.