No es seguro que algunas de las tecnologías que tratan de luchar contra el cambio climático, en concreto, las más alejadas de la naturaleza, sean las mejores para combatir el problema. Pero ahí están. Por ejemplo, la polémica idea de captar el dióxido de carbono de la atmósfera y enterrarlo. ¿Es una solución o es aplazar el problema? En esta línea, un grupo de investigadores están desarrollando una suerte de árboles artificiales que puedan absorber CO2 y luchar así contra los efectos devastadores del cambio climático y consiguir, además, un ambiente más saludable.
El dispositivo ha sido bautizado como Treepod y son unos extraños árboles artificiales que están alimentados con paneles solares fotovoltaicos y energía cinética. Así que, para empezar, producen energía limpia. Pero eso no es todo. Hemos llegado a un punto en que hay que ofrecer algo más. En este caso, el extra se encuentra en que filtran el aire de la atmósfera y eliminan el dióxido de carbono. En realidad, hacen, pues, la misma función que los árboles naturales. De ahí el peligro de este tipo de inventos, que se cree la opinión de que se puede sustituir la naturaleza por tecnología humana.
Sea como sea, no se puede negar que los Treepods pueden ser una buena ayuda para combatir el cambio climático, sobre todo, en las ciudades. De momento, tienen una tremenda ventaja frente a los árboles naturales: no hay que esperar a que crezcan, se instalan y ya está.
Sus diseñadores son Mario Cáceres y Cristian Canónico, que han presentado el proyecto al concurso SHIFTboston Urban Intervention Contest. Además de los beneficios medioambientales, estos árboles futuristas ofrecen la posibilidad de iluminar las calles con bellas luces de colores.
Para completar los criterios ecológicos, están fabricados con materiales reciclados y reciclables, como botellas de plástico. El diseño está claramente inspirado en los árboles conocidos como dragos.
No creo que se trate de sustituir la naturaleza con tecnología humana
Sino que se trata de complementar ambas vías