Reducir las emisiones de CO2 parece un objetivo difícil de conseguir. En plena apuesta por los coches eléctricos y que contaminen menos, se han dado datos a conocer relacionados con el sector que ponen de manifiesto que puede que se esté yendo justo en la dirección contraria. Y es que se ha constatado que las emisiones de CO2 de los coches nuevos en Europa han aumentado.
Los datos
El estudio publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) refleja que las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los nuevos turismos matriculados en Europa en el año 2018 han aumentado un 1,6% en comparación con el ejercicio anterior.
Esto supone que se han elevado hasta los 120,4 gramos de CO2 por kilómetro. Un incremento que no ha sido el único, ya que es la segunda subida anual que se produce y que ha sido consecutiva tras haber aumentado en 0,4 gramos de CO2 por kilómetro.
Dos subidas con las que se ha invertido la tendencia de años anteriores en las que se había producido una merma continuada de estas emisiones. En concreto, entre el año 2010 y 2016, se produjo un aumento de 22 gramos de CO2 por kilómetro.
Causas
Entre las principales causas de este aumento de las emisiones medias de CO2 está el mayor número de matriculaciones de vehículos de gasolina –emiten más emisiones de CO2- frente al diésel. El año 2018 fue el segundo que más ventas de vehículos de gasolina se registraron, superando los coches de diésel que, además, continúan en descenso.
Un total de 8,5 millones de turismos de gasolina se comercializaron en el mercado europeo en 2018, lo que supone un aumento del 11,8% en comparación con 2017. Una cifra que contrasta con los 5,4 millones de unidades de gasóleo, lo que representa un descenso del 18%. Los coches eléctricos van ganando presencia, pero todavía es reducida. En 2018, tan solo se comercializaron 302.000 unidades.
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