Varios estados del nordeste de Brasil están sufriendo la peor sequía que se recuerda en 50 años. En algunas de estas regiones no llueve desde hace más de un año. En otras, han caído apenas unas gotas desde noviembre de 2012. Se calcula que la terrible sequía está afectando a más de 10 millones de personas. Desde 1963, no se vivía una época tan seca.
La región semiárida del estado de Bahía es la más afectada. Más de un millón de cabezas de ganado han muerto a causa de la sequía, la mitad del total del ganado de la región. La agricultura, lógicamente, también sufre la sequía. En el norte de Minas Gerais se ha perdido, aproximadamente, el 90% de los cultivos de maíz. Los precios de la harina más consumida en Brasil han aumentado hasta en un 700%.
El Gobierno de Brasil no puede cambiar la situación climatológica, pero trata de adoptar medidas para ayudar a la población. La presidenta Rousseff ha asegurado que desde enero de 2011 se han invertido 32.000 millones de reales (unos 16.000 millones de dólares) para desarrollar obras de infraestructura que garanticen el abastecimiento de agua en la región, como represas, canales y sistemas de abastecimiento de agua.
Además, dada la gravedad de la situación, el Gobierno destinará para ayuda a la emergencia 17.000 millones de reales (unos 8.500 millones de dólares). Se trabaja para distribuir agua y construir o reparar los pozos más afectados por la sequía.
Será la situación habitual los próximos años
Se prevé que los próximos años se produzca una situación similar, así que hay otras iniciativas de investigación. La organización Adapta Sertao prueba alternativas innovadoras para regar y para alimentar al ganado. También enseñan a los agricultores a no derrochar el agua, llevando a cabo prácticas como la reutilización del agua del lavabo y el baño para el riego.
La zona nordeste de Brasil se compone de 27 estados y viven allí unos 53 millones de habitantes. Es la región más pobre de Brasil y sufre a menudo graves sequías, que empeoran la situación de la gente y generan migraciones. Es un granero de votos para el partido de Rousseff. No les dejará a su suerte.