El calentamiento global, lejos de frenarse, se está acelerando. Prueba de ello son los últimos datos que se han difundido en los que se refleja que la temperatura global ha aumentado más del 25% desde el inicio del siglo pasado entre 2014 y 2016. Esto se ha trasladado a hechos concretos como que el año pasado fuera el más cálido, según los registros, tras el récord que se alcanzó en 2016.
El calentamiento
Estos datos se desprenden de la investigación que ha sido realizada en la Universidad de Arizona. En este estudio se refleja que la subida de temperatura producida entre los años 2014 y 2016 coincidió con una serie de eventos climáticos extremos que se produjeron en todo el mundo como las olas de calor, la disminución del hielo polar, las inundaciones, sequías y la decoloración global de los corales.
De acuerdo con el estudio, la temperatura superficial promedio de la Tierra aumentó ha aumentado alrededor de 0,9 grados centígrados desde el año 1900 hasta el 2013. Además, a finales de 2016, la temperatura de la superficie terrestre experimentó una subida de 0,24 grados centígrados. Un incremento sobre el que los investigadores alertan de que no ha tenido precedentes en los siglos XX y XXI.
La gran parte del calentamiento global se ha producido por el calor liberado entre los años 2014 y 2015 a raíz del aumento de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. De esta manera, se constata que el aumento de la temperatura global no se corresponde solo con fenómenos naturales como, por ejemplo, El Niño, que se manifiesta en ciclos de entre tres y ocho años.
El efecto de los gases
El estudio realizado por la Universidad de Arizona también presta especial atención a los gases de efecto invernadero. En este sentido, ha realizado una estimación de la posible evolución que se podría producir en la temperatura global en este siglo en relación a estos gases.
El resultado refleja que se llegarían a registrar picos de aumento de la temperatura de 0,24 grados centígrados que se producirían, al menos, una vez más en este siglo en el caso de un escenario moderado en el que estas emisiones alcanzase el máximo nivel en el año 2020 y luego cayeran.
No obstante, si las emisiones aumentan de forma ininterrumpida, los picos de temperaturas cálidas se producirían entre tres y nueve veces más desde ahora hasta el año 2100.
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