El cambio climático va a provocar que los desastres naturales sean cada vez más numerosos y extremos. Así que las regiones más afectadas por estos fenómenos climáticos tendrán que reforzar infraestructuras para resistir de la mejor manera los embates de las tormentas tropicales, las sequías extremas, las inundaciones, etc.
Algunos países ya lo están haciendo, además de lamentar errores pasados. Es el caso de Singapur, que ha reconocido que las recientes inundaciones han sido las peores en años, no sólo como consecuencia del cambio climático, sino también por la urbanización sin freno que se llevó a cabo en los últimos años, lo que provocó que las escorrentías se llenaran en poco tiempo y no drenaran como debieran.
Expertos ya están hablando de las medidas que se deberán tomar para que no ocurra algo similar los próximos años. Un buen drenaje de las escorrentías y canales será fundamental. También será necesario no aumentar la urbanización de las ciudades.
Otras medidas necesarias serán crear tanques de almacenamiento, los jardines de lluvia, jardines en los tejados y pavimentos porosos, que filtren la lluvia.
Se trata de aceptar que se van a producir lluvias interminables y que hay que estar preparado. Algunos profesionales ya piden un código de edificación oficial que contemple este problema. El desarrollo de las infraestructuras de la ciudad y de los edificios tiene que tener en cuenta lo que va a suponer el cambio climático en los próximos años.
En definitiva, planear el desarrollo de la ciudad teniendo en cuenta todos los factores. Habrá, así mismo, que colocar barreras contra las inundaciones, elevar plataformas, etc. El cambio climático va a cambiar, lo queramos o no, nuestro modo de vida. Y también cómo planeamos nuestras ciudades. Algunos países, como Singapur, ya no pueden esperar más para tomar este tipo de medidas. Al resto, le tocará dentro de unos años.