Bangladés, el joven Estado que se independizó de la India en 1971, con una longitud de costa de 580 kilómetros tiene una extensión de 144.000 kilómetros cuadrados, de los cuales, 10.090 están cubiertos de agua. Su costa está formada por una jungla de pantanos, formando una gran llanura, consecuencia de los restos de los deltas de los ríos Ganges, Brahmaputra y Megme. Esta llanura posee una gran fertilidad, pero al mismo tiempo es terreno muy vulnerable a inundaciones y a sequías.
Es un sistema hídrico muy potente con 58 ríos, todos ellos transfronterizos: Bangladés es el final de su cauce. Así, en ocasiones hay problemas políticos, fundamentalmente con la India. Pero otro problema mucho más grave se cierne sobre el país asiático: el cambio climático podría hacer que Bangladés desapareciera hundida bajo las aguas.
Bangladés tiene pocos montes, lo que provoca que le país sea más vulnerable ante las catástrofes naturales. De este modo, más del 50% del territorio podría quedar inundado si el mar sube un metro desde el nivel actual. Con el cambio climático y la desaparición de los hielos polares, es posible que ocurra. El futuro de Bangladés puede ser una auténtica catástrofe.
En los últimos años, con la ayuda de otros países, se han construido mejores carreteras, se ha mejorado la red de alcantarillado, y se han construido refugios contra los ciclones. Además, se han recuperado muchas tierras para el cultivo.
El clima de Bangladés es tropical, con un invierno suave que va desde octubre a marzo y un verano muy caliente y húmedo que va de marzo a junio. De junio a octubre el país está inmerso en el monzón y sufre intensas lluvias.
Bangladés ya sufre a menudo desastres medioambientales como inundaciones, ciclones tropicales, tornados y macareos (mareas vivas en deltas muy destructivas). Además, existe una intensa deforestación, tanto en el mismo país como en el país vecino, la India, lo que provoca la degradación y erosión del suelo.
En definitiva, Bangladés es uno de los países más vulnerables del mundo ante el fenómeno del cambio climático. La intensidad de los fenómenos naturales, como lluvias, ciclones y la elevación del nivel del mar hará que, en el mejor de los casos, que la agricultura se vea muy afectada y, en el peor, que buena parte del país desaparezca bajo las aguas del océano Índico.