Sabemos que el cambio climático puede provocar eventos extremos catastróficos, tragarse ciudades e incluso islas y acabar con alimentos tan conocidos como el chocolate o el café, así como poner en jaque la seguridad alimentaria.
Lógicamente, también muchos de los lugares que albergan el Patrimonio Mundial pueden sufrir los embates del mismo, así como los sitios concretos catalogados como riqueza de la humanidad. Como tales, su pérdida sería invaluable.
31 lugares de 29 países en peligro
La voz de alarma la ha dado un nuevo estudio publicado por la UNESCO, con el que se pone el foco en 31 lugares de interés cultural y natural pertenecientes a la Lista del Patrimonio Mundial que se encuentran en situación de vulnerabilidad, repartidos por 29 países.
Los fenómenos asociados al cambio climático, desde el deshielo hasta el aumento de las temperaturas o los eventos extremos, hace que estén en situación de riesgo. Entre otros, la estatua de la Libertad, Venecia, las islas Galápagos, la isla de Pascua o, por ejemplo, el monumento megalítico de finales del neolítico conocido como Stonehnge ubicado en el condado de Wilshire, en Inglaterra.
Titulado «Patrimonio Mundial y Turismo en un Clima Cambiante», el informe ha contado con la colaboración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión de Científicos Comprometidos (USC) para hacer una selección de esos sitios del Patrimonio Mundial que requieren una especial atención de cara a su presevación.
El informe concluye que alcanzar el objetivo climático firmado en el Acuerdo de París para limitar el aumento global de la temperatura en menos de 2 grados centígrados es esencial para evitar éstas y otras consecuencias.
Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial la conforman 936 localizaciones, de las que 725 son bienes culturales, 183 bienes naturales y 28 bienes mixtos. Casi mil sitios, pero cada uno de ellos único e irreemplazable para las presentes y futuras generaciones.