Hambrunas, sequías y otras nefastas consecuencias de los eventos climáticos extremos son mucho más probables a consecuencia del cambio climático, según concluye un nuevo informe publicado por la American Meteorological Society.
El estudio es el primero de lo que se pretende que sea una larga serie de estudios que desvelen el papel que juega el cambio climático en determinados episodios climátológicos inusuales como las olas de calor, las sequías o las inundaciones.
Concretamente, se mencionan sucesos de este tipo acaecidos el pasado año, como una gran sequía en Texas o en muchas otras partes del mundo que provocó pérdidas millonarias en cultivos y en ganadería, así como la pérdida de cientos de millones de árboles. También se citan los
Las condiciones metereológicas insólitas no siempre son consecuencia del cambio climático, apunta el informe, pero sí multiplica las probabilidades de que se produzca una ola de calor interminable o una devastadora inundación consecuencia de una lluvia torrencial fuera de la época húmeda.
El informe también señala que todavía queda mucho camino por recorrer hasta que la ciencia, todavía joven en este campo, consiga entender mejor los modelos climáticos para hacer evaluaciones más correctas, lo que ya se puede afirmar sin dudas es que el cambio climático está desempeñanddo una importante función en los desastres naturales que está sufriendo el planeta.
Por lo tanto, el calentamiento global anda cambiando el mundo rápida y dramáticamente, y ya se empieza a poder evaluar de forma significativa este tipo de situaciones que, si bien siempre se dieron, ahora lo hacen con mayor virulencia y frecuencia, señala el documento presentado por los científicos. Otra de las certezas no es otra que la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los efectos del cambio climático y detener su avance imparable.