El cambio climático preocupa a los responsables de la Seguridad Nacional de EEUU


El Gobierno de Estados Unidos está muy preocupado por el deshielo en el Ártico. Las previsiones más pesimistas auguran un Ártico libre de hielo en verano tan sólo dentro de dos años. Los más altos funcionarios del país así lo creen: Gale Allen, jefe científico de la NASA, Cora Marett, directora de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, así como representantes del Departamento de Seguridad Nacional y del Pentágono.

El cambio climático preocupa a las más altas instancias de la Seguridad Nacional de Estados Unidos. Un grupo de científicos asesoran al Gobierno de Estados Unidos en esta materia. Uno de ellos, Carlos Duarte, director del Instituto de Océanos de la Universidad de Australia Occidental, advirtió de que el hielo del mar Ártico en verano se derrite a un ritmo más rápido de lo predicho por los modelos climáticos convencionales.

Según Duarte, el Ártico se podría quedar sin hielo en 2015, y no a finales de siglo, como se creía hasta ahora, predicción hecha por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC). Duarte escribió un artículo alertando de la situación el pasado año 2012, una situación que podría alterar bruscamente el equilibrio de los ecosistemas árticos, lo que produciría un cambio drástico en toda la Tierra. Es, según el científico, la primera evidencia clara de un cambio climático peligroso.

Grietas en el hielo


Las nuevas imágenes tomadas por los satélites de la NASA corroboran la idea. En marzo de 2013 se han descubierto grietas enormes en el hielo que une la región conocida como Beaufort Gyre, en el ártico, con Alaska.

Por su parte, Jennifer Francis, climatólogo de la Universidad de Rutgers, asegura que esta pérdida de hielo marino del Ártico en verano y el rápido calentamiento de las regiones norte están alterando la corriente en chorro sobre América del Norte, Europa y Rusia.

Los fenómenos climáticos extremos de los últimos años, como las olas de calor o la sequía sin precedentes que sufren Estados Unidos y Rusia, así como las tormentas de nieve y el frío extremo en el norte de Europa, han podido ser causadas por este cambio en la corriente en chorro ártica.

Los expertos en Seguridad Nacional de Estados Unidos están muy interesados en analizar los cambios climáticos porque reducen las cosechas, hacen peligrar la seguridad alimentaria y pueden derivar en una desestabilización política y social. Y no son los únicos. También la ONU ha dado la voz de alarma por el nivel de deshielo en el Ártico.

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