Ante el poco caso que hacemos a las advertencias sobre los efectos terribles que puede causar el cabio climático, hay quien piensa que se deben tomar medidas más drásticas. Al menos, en la promoción de la idea de que todo el mundo se tiene que poner manos a la obra ya y cambiar su modo de vida.
Es lo que trata de reivindicar un artista irlandés llamado John Quigley, quien ha realizado una reproducción a gran escala del famoso dibujo de Leonardo da Vinci conocido como El Hombre de Vitruvio y, además, lo ha hecho en uno de los lugares donde más se perciben los efectos del fenómeno climático global, sobre una capa de hielo, en el Ártico. Se trata de llamar la atención, claro. ¿Hasta cuándo podremos ver este enorme dibujo sobre el hielo?
Para conseguir dibujar en el hielo, John Quigley usó una pintura especial hecha a base de hojas de cobre. El dibujo, finalmente, ocupaba la superficie de cuatro piscinas olímpicas, cada una de las cuales mide 50 metros de largo y 25 de ancho.
El Hombre de Vitruvio de Da Vinci es un estudio sobre el cuerpo humano. Reproduce la imagen de un hombre con piernas y brazos en dos posiciones diferentes. La versión sobre hielo sólo muestra la mitad de la célebre imagen. La figura se ve como partida por la mitad, como si el final del hielo hubiera roto uno de sus brazos y una de sus piernas. Según el autor, simboliza «el cuerpo de nuestra civilización, roído por los problemas ecológicos».
El lugar elegido para esta enorme obra de arte que, al tiempo, es una protesta por la inacción ante al cambio climático, fue el estrecho de Fram, a ochocientos kilómetros del Polo Norte. Un rompehielos de Greenpeace trasladó al artista al lugar elegido. Las hojas de cobre que sirvieron de pintura se obtuvieron de la producción de baterías solares. La creación artística perecedera sirvió como comienza de una expedición impulsada por Cambridge que tiene como objetivo medir el espesor del hielo en diversos puntos del Ártico.